Por... F. ROTONDI
Estados Unidos está en peligro de tener un largo periodo de crecimiento económico bajo con escasa creación de empleo y es improbable que la Reserva Federal supere la situación disponiendo más medidas urgentes de estímulo, dijo Christopher Pissarides, premio Nobel de Economía del 2010.
``Hay un alto riesgo de que haya una díécada perdida'', dijo Pissarides el pasado viernes, profesor de London School of Economics, en una entrevista en Roma. ``La situación es preocupante porque no ha habido tanta creación de empleo como se esperaba''.
Si bien la economía de EEUU ha salido de una recesión, y creció a un ritmo anual de un 2% en el tercer trimestre, las compañías siguen reacias a contratar. El Departamento de Trabajo dijo que en septiembre se crearon 64,000 empleos, menos de lo esperado por los economistas, y el índice de desempleo se mantuvo en un 9.6 por ciento.
Algunos economistas comparan la situación con la de Japón en los años noventa del siglo pasado, cuando sus burbujas de activos reventaron, el flujo del críédito se contrajo y tanto el empleo como los precios se estancaron, lo que dio lugar a la expresión ``díécada perdida''.
Pissarides dijo que el menor crecimiento y la ausencia de empleos tambiíén hacen que Estados Unidos parezca cada vez más ``como un país europeo, pero sin el armazón de la política de bienestar social que Europa tiene''.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben S. Bernanke, dijo el 27 de agosto que el banco central ``hará todo lo que pueda'' para sustentar la recuperación económica''. Los inversionistas esperan que la Fed adopte más medidas de la llamada relajación cuantitativa de la política monetaria, lo que inyectaría más dinero en la mayor economía del mundo.
``Eso no puede lograr gran cosa'', dijo Pissarides. ``Lo que necesitamos es que los bancos empiecen a prestar dinero para la compra de casas y la creación de empleos''.
Dijo que otras alternativas podrían ser nuevas medidas fiscales para hacer más difícil que los bancos depositen dinero en el banco central, y que por tanto los obliguen a prestar el dinero.