Ya queda menos para la operación que está llamada a salvar el negocio de SOS, la segunda compañía de alimentación española por activos. La junta aprobó el pasado viernes con amplia mayoría tres ampliaciones de capital por 596 millones de euros, indispensables para reestructurar una deuda de algo más de 1.000 millones.
Estas operaciones elevarán el número de acciones de SOS desde 194 a 1.132 millones, con un valor nominal de 0,5 euros, por lo que reforzará sus fondos propios desde 350 millones a 1.000 millones. SOS añade en un comunicado que el ratio de endeudamiento sobre fondos propios se reduciría un 80% a 0,82 veces a cierre de año.
Los tenedores de preferentes se harán con el 19,5% del capital si todos canjean sus instrumentos (237 millones de euros tras la quita del 21%) a razón de 1,07 euros por acción. Por otro lado, los hermanos Salazar, antiguos responsables de SOS, y Díaz Ferrán (Teinver) diluirán su presencia conjunta al 2,6% desde el 15%, ya que no disponen de fondos para comprar acciones.
Los bancos acreedores que no son accionistas se quedarán con un 9% de SOS una vez que capitalicen sus príéstamos. Popular tendrá el 1,53% del capital cuando cambie su deuda de 8,7 millones por títulos nuevos. El precio de canje es de 0,5 euros, cifra que se corresponde con el nominal. Rabobank le seguirá con un 0,9%.
Hasta ahí, todo parece claro, aunque siempre puede haber sorpresas. Pero aventurar que sucederá más allá no pasa de un mero ejercicio teórico, ya que ningún accionista ha expresado con rotundidad que vaya a suscribir la ampliación dineraria. El negocio sería en cualquier caso lucrativo, ya que el precio de adquisición, 0,5 euros, está muy por debajo del actual valor de mercado (1,4 euros) y del valor teórico de la acción (1,1).
En el supuesto de que todos los accionistas que tienen declarada participación en la Comisión Nacional del Mercado (CNMV) suscriban la ampliación dineraria de 200 millones de euros (0,5 euros de nominal, 400 millones de acciones), sólo el 18% del capital de SOS estaría a disposición de inversores interesados como Bunge, Hojiblanca o las cooperativas andaluzas. Y eso si ningún pequeño inversor acude con su parte.
Caja Madrid, actual primer accionista, pasaría del 14,6 al 15,8% siempre que suscriba la parte que le toca de la ampliación dineraria. Para ello, tendrá que invertir 29,2 millones de euros. Además, recibirá 92 millones de títulos –el grueso de su participación- por la capitalización de críéditos valorados en 46 millones de euros.
Le seguirá Unicaja con un 11,94% desde el 12,66% actual, para lo que tendrá que invertir unos 25 millones de euros. La entidad malagueña recibirá 60 millones de títulos por la capitalización de príéstamos; Cajasur subirá del 7,03 al 7,62%, siempre que suscriba la dineraria, por delante de Cajasol (baja del 6,97 al 4,75%) y Caja Granada (cae del 7,38 al 4,52%).
Por lo tanto, las cajas de ahorros bajarán su participación del 48,67 al 44,63% siempre y cuando canjeen todos sus derechos por nuevas acciones, para lo que tendrán que realizar una inversión conjunta de 97 millones de euros. Además, recibirán 216,4 millones de títulos tras la capitalización de sus críéditos, valorados en 108 millones de euros.
Ahorro Corporación, Mansour Ojjeh y Daniel Klein figuran entre el resto de accionistas que cuentan con una participación significativa de SOS Corporación. La firma de valores de las cajas bajará del 4,86 al 2,37% -si suscribe-, mientras que los otros dos socios reducirán su posición del 3,16 al 1,66% y del 4,17 al 2,19%, respectivamente.
ENTONCES, ¿ENTRARíN NUEVOS SOCIOS?
Todas las informaciones aparecidas en la prensa apuntan a que así será. Bunge, socio de la portuguesa Sovena, tiene la intención de participar en la ampliación dineraria. Esa misma idea comparten la malagueña Hojiblanca y un grupo de cooperativas andaluzas, inversores que se podrían ver favorecidos por el apoyo de la Junta de Andalucía y el hecho de que más del 20% del capital de SOS estíé en manos de cajas de la región.
Ahora bien, la suma de la parte que no suscribirán los Salazar y Díaz Ferrán y aquellas acciones que están en manos de minoristas da como resultado un 18% de la SOS postampliación, porcentaje que se queda muy por debajo del 30% que se especula podría tomar la estadounidense Bunge.
A ese 18% se le podría añadir la parte del Ahorro Corporación y el 9% que se quedará la banca acreedora no accionista, con entidades como Popular, Rabobank, RBS, ICO, Intesa, Calyon, Santander, Pastor, HSBC, BBVA, Caixa Catalunya, Caja Extremadura, Sabadell o Espirito Santo. Claro que no todas las cajas accionistas tienen la obligación de acudir, por lo que el porcentaje disponible para nuevos inversores podría ser mayor.