FCC acaba de ingresar, a travíés de su división de energía, en el grupo de colaboradoras de Desertec Industrial Initiative (Dii), una exclusiva iniciativa empresarial llamada a explotar las energías solar y eólica en los desiertos de ífrica.
Vender paraguas en el desierto siempre se ha visto como el paradigma del negocio ruinoso. Pero parece que hay otras actividades que tienen visos de mover millones de euros en el largo plazo entre las dunas. La que ya despierta interíés entre grandes empresas de medio mundo es la generación de energía solar y eólica, una iniciativa a la que acaba de subirse FCC al integrarse como socio de Desertec Industrial Initiative (Dii).
Se trata de una joint venture creada en julio de 2009 y participada por firmas como Eon, Enel, Deutsche Bank, Siemens, ABB y las españolas Abengoa y Red Elíéctrica de España, entre otras. Un grupo que ha abierto las puertas a otros 17 colaboradores, entre los que figura FCC Energía, con un estatus un grado por debajo del de accionista. La entidad que controla Esther Koplowitz está al nivel de gigantes como Morgan Stanley, HSBC, Deloitte, 3M, Bilfinger Berger o Commerzbank.
Desertec prevíé que en una primera fase sean los países con creciente demanda del norte de ífrica y Oriente Medio quienes se alimenten de este tipo de energía. A partir de 2020 sería Europa, a travíés de España e Italia, la que podría convertirse en cliente.
La hoja de ruta de Dii contempla una inversión colosal de 400.000 millones en 40 años en los desarrollos e instalaciones necesarias. Para 2050 su meta es abastecer el 15% del suministro elíéctrico demandado por Europa.
Dii ha celebrado a finales de octubre su primera conferencia anual en Barcelona, donde han acudido representantes de la política y sector energíético de países como Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto. El debate se ha centrado en torno a las tecnologías a aplicar en el desierto (solar tíérmica o fotovoltaica), el cálculo del coste de producción y la problemática del transporte.
Uno de los siguientes pasos de Dii es estrechar la colaboración con el consorcio Medgrid/Transgreen, con el objetivo de facilitar el transporte de energía de ífrica a Europa y la creación de un Plan Solar Mediterráneo.
Inversiones millonarias
Dirigida por Eduardo González, FCC Energía se ha enfocado en las renovables desde su nacimiento. Tras una primera adquisición de los 14 parques eólicos de Babcock & Brown Wind Partners, en los que invirtió 780 millones de euros -deuda incluida- en agosto de 2008, ha continuado apostando firmemente por el negocio.
El plan estratíégico de FCC reservaba 4.100 millones entre 2008 y 2010 a crecer en energías renovables. Así, entre otras operaciones destaca la compra de dos parques fotovoltaicos a Sky Global Solar por 140 millones de euros; el plan de inversión de 800 millones para generar energía a partir de los residuos o los 114 millones que destinará a instalar aerogeneradores en los vertederos británicos operados por el grupo español.
Vecino de Acciona en Palma del Río
El presidente de FCC, Baldomero Falcones, y el director general de FCC Energía, Eduardo González, tienen previsto pasar la mañana de hoy en Córdoba. Concretamente en Palma del Río, donde colocarán la primera piedra de una planta termosolar que la compañía española construye y operará. Palma se ha destapado como una de las más activas de Andalucía en esta materia.
Acciona tiene en su tíérmino municipal otras dos plantas, la de FCC sería la tercera. El ayuntamiento ha aprobado la compra de 230 hectáreas para que se levante una cuarta. La instalación, de 50 MW sin acumulación, va a llevarse unos 300 millones de euros de inversión. La propiedad está controlada por FCC.
De forma paralela, FCC constituyó antes del verano de 2009 la sociedad Enerstar con pequeños accionistas -SI Capital entre ellos- para operar una segunda termosolar en Villena (Alicante). Con 50 MW, la inversión tambiíén estaba en el orden de 300 millones de euros.