Volver a visionar 'Vente a Alemania Pepe'
por Josíé Antonio Fernández Hódar en Expansión
Con el estado anímico pasa como con la bolsa. Hay días que sales por bulerías, y al siguiente te levantas entonando una saeta. Que los rusos no quieren invertir en España: mire usted que pena más gorda, porque ellos no están para tirar cohetes. Pero lo realmente grave, o doloroso, es que esta España nuestra sea el malo de la película. Y no porque nuestro sistema financiero haya petado, como le ha ocurrido a bancos norteamericanos, alemanes, franceses o ingleses. Se han cometido excesos, pero sin llegar a las subprime de los norteamericanos. Estamos en la lista de los malos por la abultada deuda del Estado, el díéficit presupuestario, la incapacidad del Gobierno para poner freno a la destrucción de empleo y generar riqueza, ya que si todo va bien, el PIB crecerá a tasas del 0,1% cuando Alemania lo estíé haciendo al 2%, con un desempleo del 7%, cuando aquí ya superamos el 20%. Ya se habla de la Europa de las dos velocidades, pero si nadie lo remedia, y nadie lo va a remediar, seremos una economía con freno y marcha atrás.
El viernes supimos que el índice de Producción Industrial en septiembre ha caído un 1,9% y el diferencial con Alemania de se ha situado en los 200 puntos básicos. No síé si la inoperancia del Gobierno volverá a ponernos al borde de la suspensión de pagos. Si Obama y Merkel volverán a dar un tirón de orejas a Zapatero. Pero si el Gobierno, los socios que le mantienen, la oposición, o el Lucero del Alba no hacen algo, y pronto, nos van a echar de la UE. Y si eso ocurre, la película de Pedro Lazaga: Vente a Alemania Pepe, se va a poner de rabiosa actualidad.
El jueves, todas las bolsas del mundo celebraron las medidas de estímulo impulsadas por la Reserva Federal de EEUU, y sus tres principales índices bursátiles subían más del 1%. Europa no era ajena a estas alegrías y el CAC 40 de París subía más del 2% y el DAX 30 de Fráncfort el 1,90%. A la cola de todas la bolsas estaba la española, que con un modesto avance del 0,32%, estuvo luchando hasta el último minuto para no entrar en números rojos.
No nos fue mejor en la jornada del viernes. La Bolsa de París repitió el cierre del jueves y avanza en la semana el 2,17%. La de Fráncfort, ganó el 0,29% con un alza semanal del 2,31% y la sufrida bolsa española, que no participó de la fiesta, terminó bajando el 1,65%, con una píérdida semanal del 3,55%.
La bolsa española se ha desenganchado definitivamente del tren. Y lo peor del caso, es que no entrará en una vía muerta. Los operadores a corto se encargarán de que no ocurra y la machacarán. En este momento es una tontería que las empresas gasten dinero en aguantar su cotización a base de incrementar la autocartera. De nada sirve que los resultados empresariales sean buenos y que, en el caso de los grandes, el mayor porcentaje de sus beneficios venga del exterior. Tienen su sede social en España y ser una empresa española, lamentablemente, cotiza a la baja. Algo habrá que hacer, pero más pronto que tarde.