Por... TOMOKO A. HOSAKA
KIOTO, Japón -- Los ministros de finanzas de la región Asia-Pacífico acordaron el sábado evitar el uso de sus monedas como armas comerciales y adoptar medidas para reducir las brechas comerciales internacionales, con lo que se unen al coro creciente de países que piden una mayor cooperación para salvaguardar el crecimiento global.
La reunión de dos días de los representantes de finanzas de los 21 países miembros del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, o APEC, concluyó días antes del inicio de dos cumbres de líderes mundiales la próxima semana en Asia, las cuales se enfocarán en impulsar la economía global, que aún debe recuperarse por completo del desastre financiero del 2008.
Los miembros de la APEC dijeron en un comunicado que buscarán implementar un sistema en el cual los tipos de cambio se determinen más por los mercados y la fuerza subyacente de las economías, y donde se restrinjan las devaluaciones cuyo fin sea obtener una ventaja competitiva.
Tambiíén prometieron mejorar la cooperación e intentar elaborar "una gama completa de políticas que conduzcan a reducir" los desequilibrios comerciales excesivos e insostenibles.
Los países que importan más de lo que exportan deberán incrementar el ahorro nacional y proteger las recuperaciones económicas incipientes, manifestaron en el comunicado. Aquellos que exportan más de lo que importan, deben reducir su dependencia en la demanda extranjera e implementar reformas para apuntar sus mercados internos.
El acuerdo de la APEC refleja ampliamente las promesas hechas por ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de las naciones del G20 hace dos semanas en una reunión realizada en Corea del Sur y subraya los esfuerzos de diversos países para asegurar que la economía global tenga fundamentos más sólidos para un crecimiento más equilibrado despuíés de la crisis.
La APEC está formada por países que colindan con el ocíéano Pacífico, entre ellos Estados Unidos, Japón, Australia, China, Míéxico y Chile. En conjunto representan 41% de la población mundial y 54% del PIB global.
Sus decisiones se toman por consenso y no son vinculantes para los gobiernos.