Cada semana son más de 800 nuevos propietarios los que pierden sus viviendas al no poder hacer frente al pago mensual de su hipoteca. En los tres primeros meses de 2010, 27.561 personas se quedaron sin casa por esta causa.
Los pequeños y medianos empresarios, autónomos y trabajadores de la construcción son los que más han sufrido en sus carnes las ejecuciones hipotecarias, según publica el suplemento Propiedades del diario El País, donde se apunta que en 2008 aumentaron un 128% estos casos y en 2009 un 59%.
Además, habría 1,4 millones de críéditos susceptibles de no poder ser pagados, la mayoría de ellos firmados durante el llamado 'boom inmobiliario'.
Según datos del Banco de España, las entidades financieras españolas tienen propiedades por valor de 20.500 millones de euros, cifra que va en aumento porque se están quedando con la gran mayoría de inmuebles embargados, que no encuentran postores en las subastas judiciales.
En estos casos, los bancos se adjudican los pisos por el 50% del precio de tasación, al tiempo que siguen reclamando a los propietarios el resto de la deuda.
En este sentido, asociaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca luchan por conseguir que, tal y como sucede en otros países europeos y en EEUU, la deuda quede saldada con la ejecución del príéstamo por parte del banco. Es decir, que con la dación en pago, en caso de tratarse de residencia habitual, el propietario no sea más penalizado.