Cuando uno de los patrocinadores de la Expo Management 2010 -llevada al cabo la semana pasada en el Distrito Federal- anunció la conferencia de Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, todo el auditorio guardó silencio. A un costado apareció un hombre de mediana altura, canoso y serio, que subía las escaleras dando ligeros saltos. Luego de saludar se acercó bien al micrófono y, mirando al auditorio, exclamó: "Estamos viviendo una pesadilla".
Lo que vino despuíés fue una radiografía crítica, sanguinaria y realista, de la crisis que desde 2008 sumió al mundo globalizado en la oscuridad económica.
"Hace algunos años los economistas se confiaron. Pensábamos que no había riesgo económico en el mundo. Que lo que ocurrió en otras crisis no podía suceder nuevamente, pero se equivocaron y hoy lo estamos pagando. Hoy vivimos en un mundo muy deficiente".
Paul Krugman, cuyas columnas pueden leerse en Diario de Yucatán, recordó que la confianza en los mercados y la economía derivó en una peligrosa relajación: "Desde 1995 en el mundo económico no pasaba nada. Todo estaba relativamente tranquilo. Ese período, llamado por nosotros 'la gran moderación' fue muy peligroso, ya que la gente se relajó, se confió en cuanto a la deuda y el apalancamiento. Los bancos se arriesgaron, había más utilidades y eso trajo a más participantes en la economía que poco a poco se fueron endeudando. Todo iba bien hasta que pasó algo: estalló la burbuja de la vivienda; esos nuevos participantes dejaron de hacer frente a sus deudas y nos recordó a todos que el mundo es un lugar muy peligroso para vivir".
Paul Krugman comparó la actual situación con la crisis que estalló en Japón en los años 90 y que hoy día sigue arrastrándolo. Esta crisis es muy profunda y el mundo se podría recuperar en unos 4 ó 5 años. "Se trata de una recesión profunda. En estos casos la recuperación económica suele venir acompañada de fuertes recuperaciones, pero con esta crisis no está ocurriendo eso. "La economía está muy debilitada", y recordó las crisis de Estados Unidos en 1893 y Suecia en 1991, "si echamos la vista atrás, vemos que estas dos crisis vinieron seguidas de una economía díébil y poco empleo. Hoy, desde 2008, estos efectos los estamos viviendo en primera persona y no nos recuperaremos hasta dentro de 4 ó 5 años".
El economista ahondó en los problemas de la crisis mundial recordando que la mayor dificultad estriba en tratarse de la primera crisis global en 70 años. En otras ocasiones, recordó, la crisis ha afectado a ciertos países, pero se impulsó el comercio y las exportaciones. Ahora, en esta crisis global, "la solución es buscar otro planeta para exportar, pero no lo hemos encontrado". Con este panorama, una de las soluciones reales que Krugman ve es el involucramiento de los gobiernos, que podrían hacer que aumentara la demanda, ya que los niveles de producción son muy altos, y que lanzara políticas eficientes. "Nadie en el mundo ha generado una política fiscal favorecedora. Incluso en Estados Unidos, las iniciativas de Obama y los estímulos fueron muy pocos y muy pequeños".
El premio Nobel insistió en la necesidad de que la política sea la mano que mece la cuna de la situación, pero se lamentó: "Creo que ni siquiera los políticos entienden quíé está pasando. Piensan que la crisis fue una plaga y hay que consumir menos porque devastó todo. Pero si consumimos menos, ganamos menos y más tardaremos en salir de la situación. Estamos viviendo una epidemia global de apalancamiento. Esto obliga a gastar menos y no invertir y poco a poco generará un colapso global. Es necesario que la gente gaste".- Javier Caballero L.