Reconocer el estado: En estado de relajación procura ser consciente de las impresiones que recibes a travíés de los sentidos y de tus sensaciones internas. Utiliza una grabadora para registrar en voz alta percepciones como: "Siento mi respiración", "huelo a cafíé", "Oigo una puerta"... Todo cuanto percibimos tiene un significado. Practicar a menudo este ejercicio nos vuelve más receptivos.
- Formular una pregunta: La intuición siempre está a nuestro servicio y es posible hacerle todo tipo de preguntas. Eso sí, las cuestiones han de ser concretas o la respuesta se podría interpretar de varias maneras. No se puede plantear "¿Conoceríé a mi pareja ideal?", porque si es alguien que ya se conoce la respuesta será negativa. Hay que preguntar "¿Cuándo conoceríé a mi pareja ideal?" En todo caso, hay que tener cuidado con lo que se desea saber. La intuición siempre contesta y puede que no nos guste lo que nos comunica.
- Obtener una respuesta: Escribe varias preguntas en diferentes papeles, y despuíés, con los ojos cerrados, elige una al azar. Inmediatamente despuíés, sin dar tiempo al pensamiento racional a interferir, repite en voz alta todo lo que sientes o percibes. Es importante grabar o que alguien anote lo que digas. El truco consiste en no callar nada que venga a la mente. Si íésta se queda en blanco, hay que respirar hondo, concentrarse en una de las sensaciones y dejar que nos lleve a otra. Luego analiza tus impresiones y trata de hallarles un significado. Por último mira el papel elegido y descubre la pregunta a la que has contestado. Es mejor no saber a quíé se responde al hacer el ejercicio, pues así el consciente no bloqueará el proceso.
- Interpretar mensajes: Para descifrar el significado de tus impresiones, analízalas detenidamente. Busca similitudes entre las palabras y pregúntate que quieren decir para ti. Utiliza la asociación de ideas. Si la intuición se ha manifestado mediante imágenes o símbolos, como ocurre en los ejercicios de visualización, entonces intenta averiguar que significan íéstos para ti o para tu familia, o conviíértete en el propio símbolo para ver que sientes así.
- Conocer el futuro: Escribe varias preguntas en un papel y elige una al azar. Dibuja un cuadrado, cierra los ojos y divaga mentalmente por cada una de sus esquinas, mientras visualizas diferentes escenas, sentimientos o cosas en cada una. Las visualizaciones que has tenido en la primera esquina corresponden a tu situación presente. La segunda contiene datos acerca del futuro próximo. La tercera desarrolla la situación anterior. Y la cuarta habla sobre los cambios que experimentarás pronto.
- A cara o cruz: Para obtener una respuesta intuitiva simple toma una moneda, a cuyas caras hayas asignado un significado positivo o negativo respectivamente, y arrójala al aire. Otro míétodo consiste en abrir un libro y leer una frase al azar. O prestar atención a nuestra percepción sensorial, en el preciso instante en que hacemos la pregunta.
- Evitar autoengaños: Es difícil saber cuándo una información ha sido brindada por la intuición u obedece a una reacción emocional, ansiedad, imaginación, rebeldía, etc. Para no autoengañarnos los expertos recomiendan "conocerse uno mismo", y así identificar las propias motivaciones y miedos. Ciertos hábitos que nos ayudarán son: llevar un diario de nuestros estados anímicos, practicar tíécnicas que nos eduquen para concentrar la atención, como yoga, chi-kung, meditación, etc. Tambiíén es positivo hacer ejercicio físico, abrir el corazón al mundo que nos rodea y gozar con un sentimiento de gratitud hacia nuestros semejantes, así como cultivar el sentido del humor, y jugar como si fuíéramos niños.