La OPV de General Motors, los datos macroeconómicos y la crisis de deuda en Europa han centrado la atención de los inversores norteamericanos.
Wall Street cerró hoy con decididos avances y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, acabó con un ascenso del 1,57% en una jornada marcada por el esperado regreso al parquíé neoyorquino del fabricante automovilístico General Motors.
Según datos provisionales al cierre, ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de Estados Unidos, sumó 173,35 puntos para acabar en 11.181,23 unidades, el selectivo S&P 500 subió un 1,53% y el índice compuesto del mercado Nasdaq avanzó un 1,55%.
El rally global que han vivido los principales mercados en esta sesión, impulsadas por la tranquilidad que llega de Irlanda, han contagiado a los inversores de un optimismo moderado. Moderado porque aún hay otros países europeos con dificultades y que podrían contagiarse de los problemas de díéficit que afectan al Viejo Continuente.
De esta forma, los indicadores estaodunidenses tratan de reponerse de un difícil mes de noviembre. Tras las subidas de septiembre y octubre, la crisis de deuda se ha hecho fuerte y pasa factura a los inversores, que desde entonces apuestan por retirar posiciones del mercado.
Hoy, tras la apertura se han dado a conocer las habituales peticiones de subsidio por desempleo que subieron en 2.000 hasta las 439.000 la semana pasada. A este dato, hay que añadir la encuesta manufacturera de la Fed de Filadelfia que se situó en 22,5 puntos en noviembre, con lo que deja muy atrás el anterior registro de 1 entero y marca su mayor nivel desde diciembre de 2009. Además, ha salido a la luz el índice de indicadores adelantados que subió el 0,5% en octubre.