Los newsletters alcistas no se inmutan por la Fed: ¿son consistentes las subidas?
Ainhoa Gimíénez, Bolságora | 0:20 - 2/05/2008
La recuperación del mercado del último mes y medio -desde el suelo provocado por el rescate de Bear Stearns a mediados de marzo- ha estado bajo permanente cuestión porque no parecía muy coherente con un mal escenario económico. La incapacidad para superar los máximos de principios de abril había alimentado estas dudas, y ahora la incertidumbre sobre la política monetaria de la Fed no hace sino agravar la situación.
Sin embargo, los newsletters alcistas no se han inmutado por el cambio del comunicado de Bernanke del miíércoles (que eliminó las referencias a los riesgos bajistas para el crecimiento, pero tampoco expresó una preocupación por la inflación, que espera que se modere en los próximos trimestres). La posición generalizada es que esto no debe interrumpir la recuperación del mercado, que la tendencia ha cambiado y la subida va a continuar por encima de los máximos anteriores.
Uno de los que defienden esta actitud es el famoso Richard Russell, el octogenario editor del newsletter más leído en EEUU (y con una de las mejores rentabilidades a largo plazo), 'Dow Theory Letters'. A principios de abril, Russell se convirtió a la religión alcista despuíés de años anunciando un terrorífico mercado bajista. A su juicio, el mercado mantiene una tendencia primaria alcista desde principios de los 80, y las caídas de 2000-2002 y 2007-2008 no son más que correcciones de esta tendencia.
Pues bien, ahora insiste en esta postura: "Mientras no se demuestre lo contrario, sigo asumiendo que hemos visto el suelo de este mercado. Tengo que pensar que el mercado ha descontado completamente todas las malas noticias". Y añade para que no queden dudas: "Lo único que creo que podría romper esta tendencia sería una sorpresa absoluta, como el 11-S, una guerra inesperada o algo de ese estilo".
Este optimismo se traslada a la economía: "Es obvio que la Fed de Bernanke estaba más preocupada por proteger el sistema bancario que de los propietarios de viviendas y los potenciales millones de desahucios. En tíérminos dinerarios, esto es una minucia comparado con los problemas que tendríamos si el sistema bancario de la nación se hundiera". "Además, es difícil creer que la bolsa no ha descontado ya lo peor de esta situación en el mercado inmobiliario", insiste.
Y es que ahí es donde está la base de su escenario y del giro alcista que Bolságora anticipó el 18 de marzo: aunque es evidente que el escenario económico sigue siendo difícil y muy incierto -y más despuíés de lo ocurrido con la Fed-, las bolsas habían alcanzado niveles que descontaban de sobra el peor de los mundos posibles. Y como el mundo no se ha hundido ni parece que se vaya a hundir, esas valoraciones no eran sostenibles. Otra cosa es si el mercado va a retomar ya las subidas o va a seguir moviíéndose en lateral a la espera de una mayor claridad en el escenario.
El optimismo bursátil se traslada al consumo
A juicio de Russell, la fortaleza de la renta variable retroalimenta la mejora de la economía. "Incluso aunque el gasto de consumo se contraiga hasta niveles de la Gran Depresión de los años 30, si el mercado sigue haciíéndolo bien, creo que cambiará el deprimido sentimiento de la gente. Nunca he visto que la bolsa persista en su subida sin volver a la gente optimista. Y si eso vuelve a ocurrir, los precios de la vivienda deben hacer suelo más pronto de lo que los expertos más optimistas piensan".
Otro newsletter que se mantiene firmemente alcista es 'Cabot Market Letter', que escribió tras el cierre del miíércoles que "hay que mantenerse optimista. Aunque los toros lo están corriendo por las calles, el mercado lo está haciendo razonablemente bien, y cada vez más valores se suman a la tendencia". No obstante, no las tiene todas consigo: "Vayan despacio, escojan sus valores y mantengan algo de liquidez preparada".
Si Russell tiene uno de los mejores 'track records' a largo plazo, Cabot acumula una ganancia del 36,7% en los últimos 12 meses, frente a una caída del 5,76% para el Dow Jones Wilshire 5000 (el índice más amplio de Wall Street). Es decir, que merece la pena escuchar lo que dice.