La sobreexplotación del helio a muy bajo costo podría ocasionar que en unos 15 años los procesos científicos e industriales en los que se utiliza, principalmente en el ámbito míédico, incrementen su precio de manera extraordinaria, afirmó hoy aquí Robert Coleman Richardson, quien recibió el Premio Nobel de Física en 1996.
Ante estudiantes e investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) unidad Míérida, el científico de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, explicó que el helio es el elemento más abundante del Universo despuíés del hidrógeno y se puede obtener principalmente de domos de sal en el subsuelo; sin embargo cuando sale a la atmósfera se desvanece fácilmente y se pierde para siempre.
Comentó que la reserva más importante de helio en la Tierra se ubica en Estados Unidos, específicamente en el Bush Dome, en Amarillo, Texas. Sin embargo, lamentó que en 1996 el Congreso de ese país ordenó la venta de todo el producto, a concretarse en 2015.
Otros países como Argelia, Rusia, Polonia y Qatar tambiíén lo producen a partir del gas natural, pero su capacidad en conjunto se limita a un sexto del total mundial, por lo que de seguir con el ritmo actual de explotación, el helio se agotaría por completo en 25 años.
El helio es un producto natural irremplazable, necesario para la fabricación de fibra óptica, microchips, para la resonancia magníética y la investigación espacial, por lo que es muy importante establecer medidas para su uso racional, expuso el científico.
Robert Coleman Richardson expuso que es necesario elevar el precio del helio para evitar su dispendio en artículos superfluos, como los globos de fiesta por ejemplo. Asimismo afirmó que es necesario buscar gases alternativos para la industria como el argón.
Además, comentó, se requiere que las industrias espacial y míédica encuentren formas para recapturar el helio y reciclarlo.
A manera de comentario final, invitó a los estudiantes del Cinvestav a trabajar duro y con perseverancia, pero que disfruten su labor como íél lo ha hecho a lo largo de 50 años estudiando el helio.
Asistieron al evento, Romeo de Coss, director del Cinvestav Míérida; Tomas González Estrada, director del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado; y Alfonso Larquíé Saavedra, asesor del Sistema de Innovación, Investigación y Desarrollo Tecnológico de Yucatán (SIIDETEY).