Por... Jan Josíé Hoyos
La historia la cuenta una niña como si fuera el cuento de Caperucita Roja y el lobo.
Aparece en un video de dibujos animados. Se titula "La red de carbón" y ha ganado más de 616 mil partidarios contra el uso del carbón como principal fuente de energía para alimentar los equipos de la red social Facebook. El lobo de la historia es Mark Zuckerberg, el fundador de esa red social, que ya tiene más de 500 millones de usuarios en el mundo.
"Había una vez una escuela y en la escuela había un niño que era muy inteligente y su nombre era Mark Zuckerberg", dice la niña. "í‰l quería tener amigos. Mark Zuckerberg encontró amigos pero ellos no le prestaron atención (por ser un "nerd").
Entonces Mark inventó Facebook, que inventaba muchos amigos para íél. Y todos decían: ¡Urra! Y luego todos querían su dinero. Pero íél tenía 500 millones de amigos en Facebook, así que nadie podía burlarlo. Facebook vive en una gran caja llena de computadoras y todas las fotos de Facebook y las palabras y las cartas están guardadas dentro de esta caja. Y la caja está en Oregón. Facebook come una comida especial que se llama electricidad. Una buena manera de hacer electricidad es haciendo que las nubes soplen y hagan que los molinos de viento den vueltas y vueltas. Pero el tonto de Marck elige el viejo y sucio carbón. El carbón está hecho de la comida podrida de los dinosaurios y cuando lo quemas ensucia el aire y hace que nuestro mundo se caliente, se derrita y se inunde. Pero Mark todavía puede cambiar de opinión y yo síé cuál. Y tambiíén todos sus amigos. Si decepcionas a tus amigos, te decepcionas a ti mismo, y con 500 millones de amigos sería una gran decepción. Exige a Facebook que utilice energías ciento por ciento renovables".
El video es difundido por Greenpeace usando YouTube, otra red social. El asunto del carbón empezó cuando Facebook anunció la construcción de una central de cómputo en una pequeña población de Oregón. El propio Zuckerberg dijo que el nuevo edificio sería alimentado con energía procedente del carbón. Más tarde, el dueño de Facebook provocó la ira de Greenpeace al anunciar que el centro de datos tendría 28.000 metros cuadrados, lo cual duplicaba el área construida, aumentaba el consumo de energía elíéctrica generada con carbón, y tambiíén los daños para el medio ambiente.
El problema detrás de todo esto son las emisiones cada vez más altas de dióxido de carbono por las compañías elíéctricas que surten de electricidad a las empresas informáticas. Greenpeace dice que ellas son causantes de la emisión de unas 830 toneladas cúbicas de dióxido de carbono solamente en Estados Unidos. Esta cifra se duplicará en 2020.
Al ritmo actual de crecimiento, los centros de datos y redes de telecomunicaciones consumirán alrededor de 1.963 millones de kilovatios hora de electricidad para el 2020, más del triple de su consumo actual y más de la mitad del consumo actual de electricidad en Estados Unidos. Más, incluso, que el consumo de Francia, Alemania, Canadá y Brasil juntos.
Según Greenpeace, a pesar de considerarse empresas innovadoras, las compañías informáticas no están utilizando fuentes de energía renovables.
La planta de Apple en Carolina del Norte solo utiliza un 3,8% de energías renovables frente al 50,75% del carbón. Google, en su centro de Dallas, utiliza un 50,9% de energías renovables y el de Nueva York un 27,7%. A pesar de que Facebook anunció que en la nueva planta instalaría equipos elíéctricos de la más alta eficiencia y de última generación, decidió operar con la empresa Pacific Power para la generación de energía.
Más del 83 por ciento de la energía que genera esta empresa se produce con la quema del carbón, la fuente más sucia y la que representa la mayor amenaza para el clima de la Tierra.
Los residuos de la quema de carbón son una mezcla peligrosa de arsíénico, mercurio y plomo que contaminan el aire, el agua potable y las tierras donde son depositados.
Se calcula que en Estados Unidos el flujo de residuos está creciendo en volumen y toxicidad a tasas gigantescas, y en la actualidad llega a unos 140 millones de toneladas por año. Me uno al llamado de Greenpeace. ¡No más carbón para producir energía elíéctrica! ¡No más arsíénico, mercurio y plomo envenenando el aire para generar energía para una red social! ¡La Tierra necesita aire limpio!