Google paga 1.900 millones de dólares por el segundo edificio más grande de Nueva York
Efe
Google pagará 1.900 millones de dólares (1.425 millones de euros) por un edificio de oficinas en el barrio neoyorquino de Chelsea, lo que supone el precio más alto pagado por un sólo inmueble en este país durante el último año.
Google ha firmado el contrato de compraventa del edificio de quince plantas en el que se encuentra la sede en la Costa Este de Estados Unidos del buscador de Internet más utilizado.
Ubicado en la Octava Avenida entre las calles 15 y 16 de Manhattan, cerca de donde tambiíén tiene sus oficinas la firma deportiva Nike, el inmueble ocupa una manzana entera y, pese a que no es muy alto, ofrece más espacio de oficinas que el propio Empire State Building.
La compra del inmueble que en su día fue sede la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey -tal y como aún se puede leer en la fachada del edificio en unas enormes letras doradas- se ha hecho a travíés de una subasta y, aunque aún no está completamente cerrada, la empresa quería sellar la operación antes de que acabara el año, por lo que ha entregado un cuantioso depósito.
Según los datos recabados por el diario The Wall Street Journal, una tercera parte del inmueble -que es propiedad de un grupo de entidades, entre ellas The New York State Common Retirement Fund, Jamestown y Taconic Investment Partners- está alquilada por firmas de telecomunicaciones y la propia Google ocupa 46.400 metros cuadrados del edificio, levantado en 1932.
Este acuerdo podría suponer la confirmación de que Google, que se fundó y tiene su sede principal en California, pretende expandir su actividad en Nueva York, donde ahora cuenta con cerca de dos mil empleados.
Recientemente la compañía donó un millón de dólares al "High Line", un novedoso parque que se ha habilitado sobre las vías elevadas de un antiguo tren que discurría por Manhattan de norte a sur y que pasaba cerca del inmueble. El lugar se ha convertido en un concurrido lugar de recreo y centro de atención turístico.
"Los empleados de Google en la ciudad se han apasionado con el 'High Line', y esa pasión es la que inspiró a la compañía a ofrecer este generoso regalo", explicaban el pasado noviembre los responsables del parque, ubicado en una zona de Manhattan conocida como Meatpacking, que está sufriendo una gran transformación en los últimos años.