Os paso esta opinión de Daniel Sanabria, diariosigloxxi, saludos
Operación Galgo: personajes clave
Como si fuera el Cluedo, en la Operación Galgo cada persona tenía su función. Hasta que se levantó la tapadera. Josíé María Odriozola, presidente de los que calienta poltrona con trasero acomodado, nombró hace poco más de un año a Marta Domínguez como vicepresidenta de la Real Federación Española de Atletismo. Y es que como los antiguos monarcas medievales, que se rodeaban de trovadores y poetas para ganar en imagen, Odriozola sentó a su lado a la más exitosa de nuestras atletas. Ya saben, la compañía de una rubia siempre aporta prestigio.
Pero ahora que ha saltado la liebre, Odriozola despeja balones y mira a Marta como un extraño. El presidente de la Federación sabía lo que se movía dentro del atletismo español, y en lugar de levantar la tapadera -que le daba de comer veneno-, prefirió unirse a la gran mentira. Y ahora, en lugar de dimitir y aceptar la derrota, Odriozola saca la fusta y trata de ajusticiar a quienes íél mismo ha tenido protegidos en secreto desde su trono. Ya saben, la compañía de una rubia siempre acaba dando problemas.
Otro de los personajes de esta operación es Paquillo, el chivato. Aunque trata de negar lo evidente, el granadino prendió la mecha que va a reducir a cenizas su propio deporte. Le dijeron que si colaboraba acortarían su sanción –por dopaje–, y apenas veinticuatro horas despuíés de hablar Paquillo la policía entró en casa de Marta Domínguez. El marchador, como el más cobarde de los soplones callejeros, era un mito que cayó y que ahora ha provocado la caída de otro mito.
Por último, como pieza central de este engranaje, encontramos a Eufemiano Fuentes. Este traficante reconvertido a doctor ha estado presente en todos los escándalos nacionales de dopaje. Es incomprensible que un tipo así pueda seguir ejerciendo la medicina deportiva o lo que sea que haga con esos botes de pastillas y esas bolsas de sangre que hace rular de nevera en nevera. El deporte español debería ponerle una orden de alejamiento de por vida. Ahora, entre rejas, asegura que si hablara no tendríamos Eurocopa ni Mundial de fútbol.
Personalmente, a mi Eufemiano Fuentes me transmite la misma confianza que un traficante de drogas o que un presidiario reincidente. Quíé credibilidad puede tener un tipo que ha estado toda su carrera suministrando sustancias ilegales a deportistas de elite. Las autoridades políticas y deportivas, que tanto se jactan de luchar contra el dopaje, deberían poner un veto perpetuo a este hombre que, a la sombra, ha manchado parte del íéxito del deporte español.