Por... Oliver Galak
Este es el año del arribo chino al negocio petrolero de Amíérica latina. Por si faltaban pruebas, en menos de dos semanas, dos petroleras de ese país desplazaron a grandes compañías de origen británico y norteamericano que operaban en el mercado local de hidrocarburos.
China Petrochemical Corporation (Sinopec), la mayor petrolera china por facturación y la principal refinadora de Asia, anunció ayer la compra de los activos que tiene en la Argentina la estadounidense Occidental Petroleum (Oxy), en una operación que requerirá una inversión de 2450 millones de dólares.
La operación está sujeta a la aprobación regulatoria, pero las partes estiman que podrán cerrar el trato durante el primer trimestre de 2011. Oxy, la cuarta empresa estadounidense de petróleo y gas, dejará de tener presencia en la Argentina y reforzará sus operaciones en su mercado de origen con adquisiciones por US$ 3200 millones.
El anuncio se suma a la noticia conocida hace 13 días sobre la adquisición del 60% del paquete accionario de Pan American Energy (PAE) por parte de Bridas, la sociedad que tienen en partes iguales el grupo Bulgheroni y la china Cnooc. Por la venta, British Petroleum se llevó US$ 7059 millones. En marzo, los chinos habían desembolsado US$ 3100 millones para quedarse con la mitad de Bridas.
Oxy tiene en la Argentina 23 concesiones de producción y exploración en las provincias de Santa Cruz, Mendoza y Chubut. Hasta el 31 de diciembre pasado, tenía reservas brutas probadas y reservas probables por 393 millones de barriles de petróleo equivalente. Es la tercera productora de crudo (7% del total) y la síéptima de gas (1,5%) en el país. Su producción bruta en 2009 fue de 51.000 barriles de petróleo equivalente por día.
Conflictividad
Oxy había adquirido los activos de Vintage Oil hace sólo cinco años. Y si bien logró incrementar la producción y aumentar las reservas, su gran díéficit frente a otras petroleras es que tiene el 95% de su producción concentrada en Santa Cruz, la provincia que las empresas del sector ven como más complicada desde el punto de vista de la conflictividad sindical (de hecho, YPF mantiene todavía una disputa sindical en esa región, como se informa en la primera sección).
El analista Phil Weiss, de la consultora Argus Research, dijo a la agencia AP que la "influencia" del gobierno argentino sobre los precios del gas "puede haber contribuido a empujar" a Oxy fuera del país. Muchas petroleras estadounidenses y canadienses han resuelto desinvertir en el exterior y aprovechar las oportunidades que están surgiendo en sus países de origen en materia de gas no convencional.
En mayo pasado, Oxy había firmado un acuerdo con el gobierno de Santa Cruz para extender hasta 2027 las concesiones en esa provincia que vencían en 2017 (como se informa por separado).
Neil Beveridge, analista de Sanford C. Bernstein en Hong Kong, dijo a la agencia Reuters que el precio que pagó Sinopec es justo. "Sobre bases de reservas 2p [probado más probable] creemos que es cerca de 6,90 dólares por barril, que en base 1p [probadas] es posiblemente más alto que los 9,10 dólares que Cnooc pagó por su participación en PAE", detalló.
El avance de las compañías chinas (de origen estatal, pero con cotización en Bolsa) en el sector energíético de Amíérica latina se profundizó a lo largo de 2010, no sólo en la Argentina. Y forma parte de un proceso global en el que las empresas chinas aprovechan su fortaleza financiera frente a compañías occidentales aún golpeadas por la crisis. La propia Sinopec -que ya tiene operaciones en 20 países- acordó en octubre la adquisición del 40% de la operación de la española Repsol en Brasil por un total de 7100 millones de dólares. Y a comienzos de este mes las tres grandes chinas (Sinopec, Cnooc y CNPC firmaron una serie de acuerdos de inversión con la venezolana Pdvsa por un total de 40.000 millones de dólares hasta 2016.
Para el especialista Jorge Lapeña, ex secretario de Energía de la Nación, "hay un díéficit de conocimiento" en nuestro país respecto de los objetivos que tienen estas empresas. "Ellos pertenecen a un país de economía enteramente planificada, que se suponen que hacen las cosas con criterio estratíégico no ajeno a lo que piensa el gobierno chino", analizó.
Para otro ex secretario del sector, Emilio Apud, "la visión que tienen los chinos es la de ir adelante sin preocuparse demasiado", mientras que las grandes firmas occidentales "son más selectivas sobre dónde invertir".
