Por... VERONICA SMITH
Los precios al consumo en Estados Unidos apenas evolucionaron en noviembre, atenuando los temores de inflación y sosteniendo la decisión de la Reserva Federal de inyectar $600,000 millones adicionales en la aletargada economía.
El departamento de Trabajo anunció un incremento del índice de precios de solamente 0.1%. Los economistas esperaban que igualara el nivel de octubre, de 0.2%.
La moderación de la inflación se debió en parte a los precios de la energía, que subieron apenas 0.2%, el menor incremento desde junio, luego de aumentar 2.6% en octubre.
"Los precios subieron modestamente como consecuencia de que el incremento en la energía neutralizó el impacto de un mayor aumento de los precios de los alimentos. Tambiíén, la inflación de base finalmente volvió a terreno positivo luego de permanecer tres meses en cero'', subrayó Arijit Dutta de Moody's Analytics.
En cifras anualizadas, el índice de precios al consumo subió 1.1% en relación a noviembre del 2009.
Excluyendo alimentación y energía, que pueden ser muy volátiles de un mes a otro, la llamada inflación de base subió solamente 0.1%, como esperado, luego de ser nula durante tres meses.
La inflación de base, sin embargo, alcanzó 0.8% en cifras anualizadas, luego de un bajo incremento ríécord en octubre.
El aumento de los precios de base es visto como una bienvenida señal de que se reducen los riesgos de deflación (inflación negativa), según analistas.
Arijit Dutta considera que los datos sugieren una más gradual tendencia inflacionaria que lo anticipado unos meses atrás, antes de que la reactivación se desacelerara, pero se espera que los precios se incrementen en los próximos meses y se acerquen a una banda más normal, entre 2.5% y 3.0% hacia el 2012.
Peter Newland, de Barclays Capital, subrayó que el incremento de la tasa de inflación en la comparación anual "tambiíén debería reducir los temores de inflación negativa''.
Las cifras confirman que la inflación se mantiene por debajo del nivel deseado por la Reserva Federal a largo plazo.