Los líderes de la UE acuerdan modificar el Tratado de Lisboa para crear un fondo de rescate permanente
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han alcanzado este jueves un acuerdo político sobre la modificación que hay que introducir en el Tratado de Lisboa para crear un fondo de rescate permanente en la eurozona para despuíés de 2013, informaron fuentes diplomáticas.
El fondo permanente sustituirá al mecanismo temporal de 750.000 millones de euros que se creó en mayo para asistir a los países con problemas para refinanciar su deuda.
El cambio consiste en introducir una frase en el artículo 136 del Tratado, que versa sobre la eurozona, en la que se dice que "los Estados miembros cuya moneda es el euro pueden crear un mecanismo de estabilidad para salvaguardar la estabilidad de la eurozona en su conjunto. La concesión de ayuda financiera del mecanismo estará sujeta a condiciones estrictas".
NO a las peticiones de Alemania
Finalmente no se ha introducido una referencia a que este mecanismo se utilizará sólo "como último recurso", tal y como pedía en principio Alemania, explicaron las fuentes.
Los líderes europeos encargarán a los ministros de Economía de la UE que definan antes de marzo todos los detalles del mecanismo permanente, como su dotación o las condiciones de uso. Y en el Consejo Europeo de marzo procederán a su adopción, tras recibir la opinión de la Comisión, el Banco Central Europeo y la Eurocámara.
Todos los Estados miembros deberán ratificar los cambios en el Tratado antes de finales de 2012 y, como se interpreta que el mecanismo no supone una cesión de poderes a la UE, se espera que ni siquiera Irlanda deba convocar un referíéndum.
En vigor a partir de 2013
La modificación entraría en vigor en enero de 2013 y el mecanismo permanente entrará en vigor en junio, cuando expire el actual, que está dotado con 750.000 millones de euros.
La principal novedad del fondo permanente es que contemplará la participación, "caso por caso" y "como último recurso", de los bancos privados cuando haya que asistir financieramente a algún país de la eurozona. Es decir, se abre la puerta a que se apliquen descuentos a los bonos de deuda pública si el Estado no puede pagar.
El acuerdo, alcanzado por los ministros de Economía el pasado 28 de noviembre, suaviza las pretensiones iniciales de Alemania, que exigía la participación del sector privado en todos los rescates, lo que según ha denunciado España agravó la crisis de deuda de la eurozona en noviembre y precipitó el rescate de 85.000 millones de euros para Irlanda.