Los grandes grupos españoles, contra el árbitro de las normas contables
Londres Roberto Casado para Expansión
BBVA, El Corte Inglíés, Iberia, NH, Santander y Vips se unen para pedir la retirada de una propuesta que elevará su deuda en unos 10.000 millones de euros.
Seis de las mayores corporaciones españolas han dado un paso sin precedentes al forjar una alianza para pedir la modificación de una propuesta de norma contable internacional, que de entrar en vigor elevaría la deuda de sus balances en unos 10.000 millones de euros.
El acuerdo engloba a los dos mayores bancos (Santander y BBVA), la principal aerolínea (Iberia), el mayor grupo de distribución comercial (El Corte Inglíés), la cadena hotelera NH y la red más extensa de restaurantes (Sigla, que opera con la marca Vips, entre otras). Se trata de la primera vez en la que grandes empresas españolas se unen para defender sus intereses ante los reguladores contables internacionales. Banesto, entidad participada por Santander de forma mayoritaria, tambiíén respalda la alianza.
En una carta conjunta dirigida a la sede londinense del Consejo Internacional de Estándares Contables (IASB), representantes de esas firmas manifiestan su “desacuerdo†con el borrador de la norma, por la que el valor de los compromisos futuros de los alquileres operativos deberá ser registrado como deuda.
En esas alegaciones, los seis grupos califican de “difícil de comprenderâ€, “injustificadoâ€, “bastante preocupante†y “poco inteligente†el contenido de la propuesta realizada por IASB, que es un organismo independiente que fija las normas de contabilidad para empresas de cien países en todo el mundo. El consejo que fija los estándares en Estados Unidos tambiíén participa en el proyecto.
Telefónica e Inditex, que son otras dos compañías españolas muy afectadas por la nueva norma, fueron invitadas a unirse a esta iniciativa. Pero ambas presentaron alegaciones al IASB de manera individual (ver EXPANSIí“N del 15 de noviembre). La deuda de Telefónica puede aumentar 6.500 millones con la nueva vara de medir y la de Inditex en tres mil millones de euros.
La deuda de los firmantes de la alegación conjunta tambiíén subiría de forma significativa. En el caso de Santander y NH, más de dos mil millones, mientras que en Iberia y BBVA el impacto se sitúa entre 1.500 y 2.000 millones. El Corte Inglíés no cotiza y da una información financiera limitada, pero los analistas estiman que puede elevar su deuda en 2.000 millones. El efecto en Vips sería inferior a los 1.000 millones.
Esas cantidades son el coste futuro de los contratos de alquiler de oficinas, tiendas, aviones, sucursales bancarias, restaurantes, hoteles y otros activos que permiten a las compañías desarrollar su actividad. El IASB considera que los compromisos de pago de esos arrendamientos, que ahora no figuran en el balance, deben ser registrados como deuda. Como contrapartida, en el activo figurará el derecho de uso de los activos alquilados.
En las alegaciones enviadas por la alianza española al IASB, se indica que “es difícil de comprender el cambio en el tratamiento contable del derecho de uso, que antes no se consideraba un activo reconocibleâ€. Además, indican que el planteamiento del Consejo “es preocupante, teniendo en cuenta que el reconocimiento o no de activos ha sido un punto altamente cuestionado tras la caída de algunas instituciones financieras†[por la utilización de sociedades fuera de balance por algunos bancos].
Los grupos españoles no sólo critican el efecto en el balance, que puede afectar a su imagen ante los inversores en un momento de gran sensibilidad con el volumen de deuda de las empresas. Tambiíén lamentan la repercusión de la norma en la cuenta de resultados y el beneficio, lo que explica que empresas no cotizadas como El Corte Inglíés estíén preocupadas, porque podría afectar al reparto de dividendos.