China incrementó el sábado las tasas de interíés por segunda ocasión en más de dos meses dentro de la intensificación de sus esfuerzos para combatir la inflación, cuya tendencia ascendente podría suponer una amenaza a la estabilidad política en el país.
La medida entrará en vigencia el domingo, anunció el Banco Popular de China, central, en su página de internet.
La tasa de referencia para los críéditos a un año será elevada 25 puntos base a un total de 5,81%, mientras que la tasa para depósitos a un año aumentará en igual proporción a 2,75%, agregó.
La nueva elevación de las tasas era previsible para finales de este 2010 o principios del 2011 ante las preocupaciones que ha suscitado el avance de los precios en la segunda mayor economía del mundo.
A principios de diciembre, el gobierno de China concluyó su reunión anual de planificación económica con el compromiso de enfriar la inflación mientras logra redirigir la economía hacia un crecimiento más estable y equilibrado.
Las alzas son un tema delicado en una sociedad en la que las familias pobres destinan casi la mitad de sus ingresos en la compra de alimentos.
El aumento de las remuneraciones ha contribuido a compensar las alzas pero la inflación socava los avances económicos que han servido al Partido Comunista para justificar su afianzamiento en el poder.
La inflación alcanzó en noviembre 5,1%, su nivel más alto en 28 meses, a pesar de las acciones del gobierno para combatir la especulación y frenar una afluencia de efectivo en la economía debido a los críéditos bancarios y los recursos masivos del programa de estímulo ecónomico.
Los bancos chinos prestaron de enero a noviembre 7,45 billones de yuanes (1,1 billones de dólares) y es seguro que rebasarán la meta oficial de que los críéditos no rebasaran los 7,5 billones de yuanes.