Según diversos analistas militares, la posibilidad de un conflicto mayor entre las dos Coreas es más grande que nunca. La semana pasada Corea del Norte amenazó con "una guerra santa nuclear", y el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, prometió con un contraataque sin piedad ante cualquier provocación norcoreana.
"Nosotros no podemos permitirnos tener divisiones de tu contra mi de cara a la seguridad nacional, porque lo que está en juego son nuestras vidas y la sobrevivencia de esta nación", dijo Lee en un discurso radial a su país.
Por otro lado, "La competencia en el Ejíército por expresar lealtad al sucesor Kim Jong-un se intensificará, aumentando la inestabilidad y la posibilidad de una provocación repentina contra el Sur", dijo el Instituto de Estrategia de Seguridad Nacional.