La economía de Marruecos obtuvo una tasa de crecimiento del 3% durante el tercer trimestre del 2010 frente al 4,9% un año antes. El sector no agrícola ha registrado subidas más o menos importantes en comparación con el año anterior.
Según las cifras dadas a conocer por el Alto Comisionado marroquí para la Planificación, a precios corrientes, el Producto Interior Bruto (PIB) registró un aumento de 3,4% en comparación con el mismo trimestre del 2009, es decir una subida del nivel general de los precios a 0,4%, precisa el comisionado, que acaba de publicar las cuentas nacionales del tercer trimestre del 2010.
El comisionado subraya, en este sentido, que la actividad económica nacional se vio marcada por el aumento en volumen del PIB fuera de agricultura (un 4,7%) en lugar de 1,5% durante el mismo trimestre de 2009, y una disminución del valor añadido agrícola de 8,4 % frente a una subida del 29,4%.
Por último, las mismas fuentes señalan que, a excepción del sector de la pesca, que registró una baja de 1,4% contra un aumento de 14,4%, todos los sectores de actividad no agrícolas registraron subidas más o menos importantes en comparación con el tercer trimestre del 2009.
Por su parte, el proyecto marroquí de ley de finanzas 2010 preveía una tasa de crecimiento de la economía nacional de un 3,5% y una inflación contenida en un 2%, según indicó hace un año el ministro marroquí de Economía y Finanzas, Salaheddine Mezouar, durante la presentación de este proyecto de ley.
Mezouar precisó entonces que el crecimiento de la economía marroquí en 2010 estaría basado esencialmente en el refuerzo de la demanda interior y de la inversión.
El proyecto de ley de finanzas 2010 preveía un díéficit presupuestario del 4% y una estabilidad de los gastos de funcionamiento en el mismo nivel de 2009, indicó Mezouar.
El titular marroquí de Economía señaló que este proyecto tenía la intención de promover el crecimiento económico para contener los efectos de la crisis internacional, acelerar el ritmo de las reformas y de la realización de las políticas sectoriales, sobre la base de una distribución espacial más equilibrada, reforzar la cohesión social a travíés de una distribución mejor de los frutos del crecimiento y la mejora de los indicadores de desarrollo