Ebro y SOS negocian una alianza comercial en el exterior
por Javier Romera en El Economista
Ebro Foods es el líder mundial del arroz; SOS, que tiene todavía pendiente un cambio de nombre, la mayor empresa aceitera del planeta, con marcas como Bertolli, Carbonell o Koipe.
Durante años han sido rivales, pero ahora, despuíés de que Ebro haya entrado en el capital de SOS con una participación del 9,33 por ciento, de que vaya a nombrar a dos consejeros y de que su director general se convierta en nuevo consejero delegado de la su otrora rival, las cosas han cambiado.
Conscientes de su gran potencial de crecimiento, y según han confirmado fuentes próximas a las empresas, ambas están estudiando una gran alianza comercial para aprovechar de forma conjunta sus redes de distribución y crecer así con más fuerza en el exterior.
Para Ebro, de momento, la compra del arroz de SOS es fundamental porque le permite consolidar su absoluta supremacía en España (con marcas como Brillante, La Fallera y La Cigala) y Estados Unidos, además de abrir las puertas al mercado holandíés y reforzarse en otros países de Europa y de Medio Oriente. La clave, en cualquier caso, está en el mercado norteamericano.
El objetivo norteamericano
SOS ocupa allí una posición de liderazgo gracias a la marca italiana Bertolli y Estados Unidos es el país donde el aceite de oliva puede tener un mayor potencial de consumo. Si se tiene en cuenta que Ebro tiene una sólida posición en este mismo país en el segmento del arroz y que es, además, líder destacado con Panzani, una marca francesa, pero de origen tambiíén italiano, las sinergias están servidas. Tanto Ebro como SOS cuentan además ya con acuerdos con las principales cadenas de distribución norteamericanas, como el caso de Wal-Mart o Cotsco.
Antes de alcanzar el acuerdo para que Ebro suscribiera parte de su ampliación de capital y se incorporara al accionariado, SOS estuvo negociando precisamente con un grupo aceitero norteamericano, Bunge, en esta misma línea. La idea es que entrara en su capital, cosa que al final no se ha producido, y que le ayudará a la distribución de sus productos en Estados Unidos.
En esta misma línea, en los últimos meses, y bajo la batuta como presidente de Mariano Píérez Claver, la compañía ha firmado distintos acuerdos de distribución. Es el caso, por ejemplo, del alcanzado en Brasil con el grupo de conservas Calvo y del firmado tambiíén en España con Central Lechera Asturiana para reforzar su presencia en el sector de la hostelería.
Para SOS, lo más importante, en cualquier caso, es que tras haber logrado refinanciar su deuda, por 1.040 millones de euros, y estabilizar su accionariado tras la llegada de Ebro, por primera vez puede mirar al futuro pensando en crecer y no sólo en realizar provisiones en sus cuentas. Aunque mantiene así abierta una querella en la Audiencia Nacional contra los antiguos gestores, los hermanos Jesús y Jaime Salazar, por el presunto desvío de 240 millones de euros, todo indica que la empresa está en disposición de pasar página.
Vuelta a los beneficios
A la espera además de que tras dos años de píérdidas, la empresa pueda volver a los beneficios -eso es lo que tenían previsto al menos los analistas para 2010- el principal problema es que la bolsa sigue sin responder. Las acciones de SOS bajaron el pasado viernes un 3,08 por ciento y cerraron la primera semana bursátil del año con una depreciación del 39,4 por ciento. Todo ello coincidiendo con el estreno en la negociación de los 829,36 millones de nuevas acciones de la triple ampliación de capital ejecutada.