Marta Ortega: Empleada anónima
Con 27 años, Marta Ortega, hija del segundo matrimonio de Amancio Ortega con Flora Píérez, es una gran aficionada a los caballos. Fiel a su cita con la hípica, asiste frecuentemente a todo tipo de competiciones y exhibiciones, especialmente las que tienen lugar en su localidad de residencia, La Coruña.
Tras estudiar en los Jesuitas de la ciudad, Ortega ingresó en un colegio en Suiza y terminó la carrera de empresariales en la European Business School de Londres. Desde allí, pasó a doblar camisetas en una tienda de Bershka, una de las marcas del imperio Inditex, en la capital británica, como una empleada más. Su misión: familiarizarse con cada detalle de la forma de operar del imperio textil: la colocación de los escaparates, la logística, la reposición del stock, el cobro; en definitiva, todo.
De carácter sensato, según dicen quienes la conocen, la heredera de Inditex domina tres idiomas (inglíés, francíés e italiano), y ocupa ya diversos puestos, eso sí, sin funciones ejecutivas, en algunas de las sociedades constituidas por su padre. “El relevo coge a Marta Ortega demasiado joven, aún no ha completado su formaciónâ€, dice el periodista Jesús Salgado, autor del libro Amancio Ortega: de cero a Zara (Editorial La Esfera de los libros), donde narra la historia del nacimiento y expansión de Inditex a partir de una tienda de batas de señora.
El último cometido conocido dentro del grupo de Marta Ortega, tras pasar por otra de las enseñas de la compañía, Stradivarius, y visitar las tiendas de Shanghai del grupo, ha sido en la sede de Inditex en Arteixo, donde cada día acude su padre, al que profesa un gran cariño y admiración.
Además de entender de moda, Amancio Ortega quiere que su hija se vaya familiarizando con los números de la compañía, para un futuro todavía lejano.