La reforma de las pensiones está en marcha, y a medida que avanzan las negociaciones con los sindicatos comienzan a cuantificarse las consecuencias de los cambios que planea el Gobierno. Los estudios que manejan hoy CCOO y UGT estiman que el recorte de las pensiones podría alcanzar hasta el 26% si salen adelante las dos reformas de mayor calado que propone el Ejecutivo. En concreto, el retraso en la edad de jubilación de 65 a 67 años y el aumento del periodo de cálculo de los 15 años actuales a toda la vida laboral.
El cálculo está basado en un estudio publicado por los profesores Díaz-Gimíénez y Díaz-Saavedra citado por el sindicalista Josíé María Zufiaur en la revista La Factoría, donde puede leerse que aumentar la base reguladora hasta los 20 años (la que sirve para calcular la cuantía de las pensiones) reduciría la prestación media un 6%. Si en su lugar se opta por tener en cuenta toda la vida laboral, el recorte sería de otro 10%, y si se retrasa dos años la edad legal de jubilación se estaría hablando de un ajuste equivalente a otro 10% adicional. En total, un 26% que es lo que se recortarían las pensiones si se aprueba la reforma en su formulación más ambiciosa. Es decir, sin elementos correctores que suavicen sus efectos, y, lógicamente, al final del periodo transitorio. Cuando estíé plenamente operativa.
El estudio de los dos acadíémicos se titula ‘The Government’ proposal for the spanish pension system: a quantitative analisys, y los autores están preparando una actualización en castellano. El profesor Díaz-Saavedra aclaró ayer a El Confidencial que el texto citado tiene un doble enfoque. Por un lado, calcula lo que se ahorraría la Seguridad Social (el coste para los pensionistas) pero tambiíén estima un recorte sustancial en las cotizaciones sociales o los tipos impositivos (si se financia con impuestos), ya que el sistema público de pensiones tendría una menor necesidad de recursos en coherencia con el recorte de los gastos.
El artículo de Zufiaur -un veterano sindicalista con amplia capacidad de influencia sobre la dirección de UGT- coincide con otro que acaba de publicar en la Fundación Sindical de Estudios el responsable de Seguridad Social de CCOO, Carlos Bravo, y que es el que sirve de texto de referencia a Ignacio Fernández Toxo para negociar con el Gobierno.
El informe de CCOO descalifica de arriba abajo la reforma que propone Moncloa. Y esto da a entender -no se trata sólo de un mero movimiento táctico- que no parece probable que las negociaciones con las centrales sindicales puedan llegar a buen puerto. Tanto en el estudio de Zufiaur como en el de CCOO se critica que el Gobierno ponga el íénfasis en el gasto, pero no en los futuros ingresos de la Seguridad Social, lo que pasaría por mejorar la calidad del empleo y por ende aumentar las bases de cotización para hacer frente a un aumento del gasto en pensiones.
Zufiar recuerda que hay estudios que estiman que retrasar la edad real de jubilación de los 63 años y 10 meses actuales a los 65 que marca la ley, tendría incluso mayores efectos sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones que prologar la jubilación a los 67 de forma obligatoria.
Salarios, empleo y Seguridad Social
El informe de Carlos Bravo, por su parte, recuerda que según el Gabinete tíécnico de CCOO, mientras que las bases medias de cotización del ríégimen general han crecido un 0,8% en tíérminos reales (descontada la inflación) entre 1989 y 2008, durante ese mismo periodo la cuantía media de las pensiones ha crecido sustancialmente por encima. En concreto, un 1,6% entre 1995 y 2008, lo que hace inviable el modelo si no se actúa sobre el factor clave en un sistema de reparto: el empleo.
La variable salarial es todavía más relevante entre algunos colectivos. Como sostienen el estudio de CCOO, “llama la atención que aproximadamente algo más del 30% de los nuevos jubilados acceden a la pensión desde situación de desempleo, y, más concretamente, el 10% lo hace directamente desde el subsidio de mayores de 52 añosâ€. Es decir, si no mejora el empleo (no sólo en tíérminos cuantitativos sino tambiíén cualitativos), las pensiones en el futuro serán cada vez más bajas. O dicho en palabras de Zufiar, “un trabajador pobre será, inevitablemente, un pensionista pobreâ€. Y ello pese que las carreras de cotización de muchos trabajadores en paro con más de 52 años han sido extraordinariamente elevadas.
Otra manifestación evidente de este problema, sostiene el dirigente de CCOO, es comparar las bases de cotización medias de los distintos regímenes. El contraste más evidente se obtiene observando la diferencia entre las bases de cotización medias a la Seguridad Social de los empleadores, en gran número integrados en el ríégimen especial de trabajadores autónomos, y los trabajadores por cuenta ajena del ríégimen general de la Seguridad Social. Los primeros cotizan en media en torno a los 950 € mensuales, frente a los 1.650 € mensuales de los trabajadores por cuenta ajena.
Por el momento, y como se ha dicho, nada indica que vaya a haber acuerdos. Ayer, de hecho, se produjo la cuarte reunión entre los miembros del Ejecutivo y los secretarios generales de UGT y CCOO sin que por el momento se haya alcanzado aproximación alguna en los asuntos más calientes de la negociación. Los contactos seguirán en los próximos días.
El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, afirmó que las posiciones de los sindicatos y las del Gobierno "están alejadas", ya que el Ejecutivo "persiste" en el retraso de la edad de jubilación a los 67 años. Ferrer explicó que en los cuatro días de reuniones que las organizaciones sindicales han mantenido con el Gobierno "hemos estado explorando las posibilidades y los márgenes para el consenso", pero dejó claro que "no ha habido avances".