El mercado estadounidense sigue sin amenazas en el horizonte de momento. Sobre todo con la caída que ha experimentado hoy la volatilidad. Sin embargo, todas las miradas están puestas en la reciíén inaugurada temporada de resultados. De ella puede depender que Wall Street renueve sus fuerzas para seguir escalando.
Ayer vimos una sesión muy parecida a la del lunes, con poco volumen. "El mercado sigue al alza sin novedades. Lo más destacado ha sido la caída de la volatilidad, que sería la que daría la primera señal si las cosas fueran a cambiar, y de momento está contenida", explica Carlos Doblado, analista de Bolságora para Ecotrader.
Efectivamente, ayer hubo poco movimiento en el parquíé estadounidense. El Vix, índice que mide la volatilidad del S&P 500 y se usa como termómetro del miedo global cedió un 3,7%, hasta los 16,8 puntos. Mientras, tanto el indicador de referencia como el Dow Jones y el Nasdaq se anotaron leves repuntes del 0,3%.
Y en Europa, la sesión fue algo más positiva, con un EuroStoxx 50 que ha conseguido distanciarse un poco de soportes fundamentales.
Ojo con la temporada de resultados
Lo que está claro es lo que le venimos señalando en las últimas sesiones: Wall Street necesita catalizadores para seguir avanzando por la senda alcista. Y esos catalizadores pueden venir, básicamente, por dos lados, los datos macroeconómicos y los resultados empresariales.
Alcoa abrió la veda de las cuentas, y ayer prácticamente no hubo actividad en este sentido. Sin embargo, esta semana hay dos citas que debe marcar en rojo en su calendario. La primera será este jueves. Entonces, Intel dará a conocer sus cuentas.
Mucho ojo, porque si decepciona (se espera que publique un beneficio por acción de 0,53 dólares) puede arrastrar al sector tecnológico. La segunda cita será el viernes, cuando JP Morgan despejará, a las 13:00 hora española, la incógnita. El consenso de expertos que sigue al primer valor bancario que presentará sus resultados, espera que presente un BPA de 99 centavos de dólar.