El aumento de la rentabilidad de los bonos a 10 años es bueno para la renta variable, aseguran en UBS y, sobre todo, para los sectores financiero, productos básicos, industrial y tecnológico. Por el contrario, farmacia, utilities y consumo básico son los que históricamente han salido peor parados.
Los expertos del banco suizo han analizado el impacto que ha tenido la subida de los tipos largos los últimos 30 años sobre la renta variable y su principal conclusión es que aún estamos muy lejos de los niveles que históricamente han afectado de forma negativa a la renta variable.
Para ello han calculado que el un punto de inflexión de la TIR del 10 años alemán se encuentra en el 5% y en el 5,5% para los gilts (deuda soberana de máxima solvencia emitida por RU).
“Creemos que el actual aumento de la rentabilidad de los bonos es bueno para las acciones. Nuestro análisis de los últimos 30 años muestra que con rentabilidades crecientes de la deuda, las acciones han subido. Pero por encima del 5%, la renta variable europea ha tenido una correlación negativa con los rendimientos de los bonos, es decir, si los rendimientos suben por encima del 5%, las acciones tienden a caerâ€.
En este escenario, no obstante, hay ganadores y perdedores. Según el estudio de UBS, en períodos de subida de los tipos a largo, sin que se rebase el citado 5% de rendimiento, los sectores que mejor comportamiento han tenido han sido el financiero, las materias primas, el industrial y el tecnológico. Por el contrario, farmacia, energíéticas, consumo básico y minorista han registrado una peor evolución.
Desde 1990, las compañías que mejor correlación han tenido con un bono creciente han sido, según UBS, Xstrata, BHP Billiton, Tenaris, Rio Tinto, Anglo American, Daimler, Siemens, ArcelorMittal e ING. Junto a ellas, tambiíén figura el español Banco Santander.
En el lado contrario, aparecen Enel, Imperial Tobacco, Sanofi-Aventis, National Grid, Danone, Nestlíé, Iberdrola, L´Oreal, Endesa, RWE, Roxche, AstraZeneca, E.on y Unilever, entre otras.
Los analistas del banco mantienen una visión positiva para las acciones europeas en 2011, a las que otorgan todavía recorrido. Así, esperan que el Stoxx Europe 600 finalice el ejercicio en 310 puntos frente al nivel de 279 sobre el que se mueve en la actualidad.
Estiman que el PER a 12 meses repunte hasta 12,5 veces frente a un consenso de 10,9 veces y citan como catalizadores de este potencial de revalorización que la economía mundial probablemente evitará una recesión de doble caída, que cada vez nos alejamos más de la amenaza de la deflación y unos beneficios corporativos en recuperación sostenible. No obstante, advierten sobre una posible corrección de corto plazo, aunque señalan que los fundamentales seguirán soportando a los precios.