Solo el 2´4 % de los ocupados ha cotizado más de 35 años
Las negociaciones que mantienen Gobierno y sindicatos para encontrar un punto de acuerdo en materia de pensiones pasa por flexibilizar la edad obligatoria de jubilación, actualmente fijada en 65 años. El objetivo del Ejecutivo es desplazarla progresivamente hasta los 67 años y establecer algunas excepciones para determinados trabajadores que se podrán seguir jubilando a los 65 años, como aquellos con historiales de cotización que superen los 40 años.
De esa excepción, sin embargo, tan solo se podrían beneficiar en la actualidad, según los propios datos que maneja el Instituto Nacional de Seguridad Social, un 2,4% de la población ocupada, apenas 400.000 personas.