Primero los culpables fueron ‘los bancos’, ahora lo son ‘los mercados’. ‘Los bancos’ hicieron lo que les permitieron hacer, vale, ¡no!, lo que convenía que hiciesen: ‘Estuvimos viviendo por encima de nuestras posibilidades’, no síé …: ¿cuáles eran ‘nuestras posibilidades’?, pero aun admitiendo eso, cuando así vivíamos era cuando ‘el mundo iba bien’, cuando ‘la economía española jugaba en la Champions League de las economías mundiales’. Si ahora la culpa es de ’los mercados’ y lo que siempre nos han dicho es que ‘los mercados’ siempre tienen razón, ¿quíé se hizo mal?.
Bruselas va a avalar con pasta del fondo de rescate -una pasta que no existe: en ninguna parte hay un armario en cuya puerta rede un cartel: ‘Fondo de Rescate’- deuda que sí existe (una deuda ‘nueva’ que refinancia a una deuda vencida es deuda existente. Ya, ya, es la versión B de los eurobonos, pero en cutre. (Dando por supuesto que se compre todo el papel que se emita, claro, lo que no está nada claro, pero nada, nada; aunque como en el mundo sobra dinero igual los que lo tienen deciden cambiar bits de ordenador por manantiales de agua y por peajes de autopista: ‘nos olvidamos de esta deuda y tú me das el Agua Clara’).
Aquí, en el reino, el Señor Presidente del Gobierno anunciando el Martes lo que va a suceder porque es inevitable que suceda, y a cambio de nada: los recortes y sacrificios son para asegurar a los mercados que España va a hacer lo indecible para poder pagar lo que debe -y pienso que no va a poder: ni España ni nadie-, al menos los entes públicos (tampoco un porrón de privados); y lo que ofrece es, en el mejor de los casos, un crecimiento de entre en 2,0% y el 2,5% en el 2014, es decir, si el modelo productivo español crea puestos de trabajo creciendo, como mínimo, al 2,0%, ¿en cuánto se va a reducir la tasa de desempleo en España en los próximos años? Y, ¿cuánto nuevo factor trabajo va la economía española a crear?: las jóvenes y los jóvenes que cada año se incorporan a la población activa, ¿cuántas/os se van a ocupar en los próximos años?.
Portugal. Si es cierto que Portugal se está haciendo el longuis para solicitar el rescate creyendo que por sí mismo va a poder salir del agujero en el que se halla: debe la tira y no crece casi nada, es que no ha entendido nada de nada: no es que los mercados no se crean que Portugal va a poder pagar, es que tiene que pedir la ayuda: tiene que ser ayudado para que sus acreedores tengan la seguridad que va a pagar: ellos le van a dar la pasta con la que les pagará, y lo harán a travíés del rescate que Portugal va a recibir. Es la versión de los 2010 del Consenso de Washington, mucho más sofisticada, naturalmente, y adaptada a los nuevos tiempos y a las actuales formas de hacer.
España, por su volumen, por su capacidad de hacer daño, porque es irrescatable, tiene que hacer las cosas de otro modo, eso es lo que dijo ayer el Sr. Rodríguez Zapatero, pero tambiíén al reino se le aplicará -se le está aplicando ya-: ‘Pueblo: ya no puedes seguir haciendo lo que hacías porque aquello que hacías ya ha agotado su recorrido y ya no es negocio, pero te entrampaste, tu, y tus Gobiernos, y las empresas que te empleaban, y las entidades financieras que te permitieron hacer lo que hiciste, y ahora tienes que apechugar con lo que venga para desandar el camino’. Con todas las matizaciones que quieran, ¿quíé diferencia hay entre esto y lo que un funcionario del IMF o del WB le dijo a principios delos 90 a la población uruguaya, brasileña o argentina?.
¿Crecimiento?. El mundo, Europa, España, Burkina Faso o Trinidad y Tobago, pienso que, en los próximos años, no van a crecer, nada, nada en absoluto, más aún: van a decrecer: mucho. El crecimiento que el planeta ha experimentado en estos pasados años y que posibilitó que ‘el mundo fuese bien’ estuvo basado en un modo de hacer agotado y que ya es imposible, por eso esta es una crisis sistíémica. Todo lo que se ha crecido a travíés de esa forma de hacer se perderá: se lo llevará el viento, porque no habrá forma de mantenerlo: la capacidad productiva que se creó suponiendo una capacidad de endeudamiento continua, una disponibilidad de commodities ilimitada, jamás será utilizada: se oxidará en la intemperie del olvido, y nunca será reemplazada, y nunca ocupará a nadie, y nadie consumirá lo que produzca: porque ya no será necesaria.
Por eso, lo que el Martes dijo el Sr. Presidente del Gobierno: crecer entre el 2,0% y el 2,5%: o imposible o factible partiendo de un punto situado mucho más abajo: mucho más abajo.
La diferencia crucial con las crisis sistíémicas habidas en el Sistema Capitalista desde 1820 radica en que aunque en aquellas se agotaba el modelo, como había capacidades -de todo-ociosas, la-cosa-daba-para-más, luego, haciendo girar la rueda más rápido, la generación de PIB quedaba asegurada. Pero eso ya no es así: la disponibilidad de recursos es finita, muy finita; la posibilidad de absorción de gadgets por parte de la población ha llegado a su fin porque lo ha hecho su capacidad de endeudamiento; y los que no han llegado a la fiesta ya no pueden entrar porque la sala ya está atestada.
El ‘estamos sentando las bases de la recuperación para el segundo semestre del año que viene’ pronunciada en el 2009, fue la precrisis. El ‘son ineludibles sacrificios siempre dentro de un consenso’, del 2010, fue el crash. El ‘hay que hacer lo que hay que hacer con o sin consenso’ del 2011, ya es la crisis. Amíén.
(Es muy curioso: las Bolsas suben porque han dado un paso al frente gentes que dicen que van a comprar deuda, como Japón: el Estado con mayor deuda pública del planeta (porque se lo han permitido, ya), porque se están elaborando unas medidas que cuando estíén operativas van a empobrecer mucho a la población, y porque Alemania ha crecido el 3,6% el año pasado sin entrar a analizar el motivo de tal crecimiento. Lo dicho: es muy curioso).
(Reflexión. Si una entidad financiera puede acudir al BCE y obtener pasta y con esa pasta puede adquirir deuda que le rinde cuatro cinco puntos más de lo que esa entidad ha de pagar al BCE, ¿por quíé no acude directamente el Estado al BCE y obtiene la pasta que necesita?, me preguntaron hace unos días. Yo le hablíé a la persona que me lo preguntó de riesgos, de diferencias de vencimiento, de garantías. La persona me atendía atentamente, pero la charla acabó con una frase, lapidaria, suya: ‘Los Estados han ayudado a los bancos porque era malo que cayeran, en parte debido a esas ayudas se han endeudado, y ahora tienen que pagar a quienes ayudaron para que les compren esa deuda teniendo en cuenta que quienes compran lo hacen con un dinero que les cuesta mucho menos de lo que los Estados han de pagarles para que les compren la deuda’. Ya, ya, es inexacto, pero no me negarán que el razonamiento tiene miga).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
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