El Gobierno y el Banco de España planean dar una nueva vuelta de tuerca a la reforma del sistema financiero, y presionarán a las cajas de ahorro para que se transformen en el banco, redefiniendo completamente el panorama conocido hasta ahora.
El Gobierno no cambiaría la ley actual de cajas, pero sí cree necesarias dos actuaciones para que la confianza vuelva al sector: más inyecciones de capital público y acelerar la transformación de las cajas de ahorros en bancos, según publica el diario El País.
Estos bancos, tal y como ya han hecho algunas cajas, aglutinarían el negocio financiero de la entidad, tendrían accionistas y la obra social se realizaría a travíés de fundaciones que serían accionistas y se financiarían con los dividendos de las entidades. Además, estos bancos podrían salir a bolsa, tal y como estable la Ley de Cajas aprobada el año pasado.
"Cualquier otra posibilidad, como la de seguir siendo cajas y emitir cuotas participativas en los mercados, se considera irrealizable", explica el diario de Prisa.
El proceso podría acelerarse con la conversión en banco de La Caixa, la mayor caja de ahorros de España y que está presidida por Isidro Fainíé, que a su vez es el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).
"La Moncloa quiere una solución más rápida para la reestructuración de las cajas respecto al sistema que había pactado inicialmente con Economía y el Banco de España", explica un consejero del BdE al diario.
En cuanto a las nuevas necesidades de capital, la cifra que será necesaria no está cerrada, y dependerá tanto de los test de estríés como del deterioro que muestren las cuentas por la exposición inmobiliaria de las cajas.
Además, el Gobierno y el supervisor tambiíén van a presionar para que las cajas de ahorro aceleren los cierres de oficinas y la reducción de las plantillas para que las entidades puedan volver a ser rentables.