El Tesoro no ha querido desaprovechar el mejor tono del mercado y ayer optó por realizar una venta de bonos a 10 años por el míétodo de la sindicación. Emitió 6.000 millones tras recibir ofertas por 12.700. La rentabilidad de la emisión se fijó en el 5,6%, unos 225 puntos básicos sobre el midswap y un precio superior al 5,43% al que cotizaba la referencia anterior en el secundario.
Asegurarse una base diversificada y estable de inversores tiene un precio. Al menos esa es la conclusión que se desprende del resultado de la emisión de bonos a 10 años que realizó ayer el Tesoro. El Estado atrajo compradores sin problemas pero se vio obligado a pagar un sobre coste. En concreto emitió la nueva referencia al 5,6%, unos 17 puntos básicos por encima del precio del secundario y 256 por encima del bono alemán.
La meta del Tesoro era colocar entre 4.000 y 5.000 millones de euros. Objetivo que rebasó ampliamente pues tras recibir peticiones por más de 12.700 millones terminó emitiendo 6.000 millones. En definitiva, un interíés que pone en evidencia que el Estado, aunque a un precio, encuentra compradores.
El Tesoro recibió más de 230 órdenes y destacó la elevada participación de los inversores no residentes, grupo que se hizo con el 73,5% de la emisión. España se quedó con el 26,5% y el resto se repartió entre Reino Unido (27,7%), Francia (14,1%), Italia (7,7%), Alemania y Austria (6,9%), Escandinavia (5%), Asia (4,1%), EE UU (3,2%) y otros. La diversificación por tipo de emisor tambiíén fue elevada. El 42% se asignó a gestoras, fondos de pensiones y aseguradoras; un 5% a bancos centrales y otras instituciones oficiales; un 48,4%% a entidades de críédito y el 4,6% restante a hedge funds y otros.
La decisión de emitir por la vía sindicada, no obstante, causó cierta sorpresa ayer puesto que para hacerlo el Tesoro se vio obligado a cancelar las subastas a 10 y 13 años que tenía programadas para el próximo jueves. "No tiene sentido que haya dos emisiones con la misma referencia a 10 años en la misma semana", explicó la vicepresidenta, Elena Salgado.
El Tesoro habitualmente emite el primer tramo de las obligaciones del Estado por el míétodo de la sindicación y este año ha vuelto a optar por esta vía, tal y como anticipaba en su estrategia 2011 publicada la semana pasada. De hecho, incluso había advertido que podría cancelar o sustituir las subastas anunciadas por otras referencias en caso de realizar emisiones vía sindicación en tramos similares.
La decisión, con todo, causó algo de inquietud en el mercado y provocó que la prima de riesgo respecto a Alemania se ampliara a 239,5 puntos básicos desde los 230,4.
En una colocación sindicada el Tesoro contrata a un número pequeño de bancos, en esta ocasión Santander, BBVA, Citi, Barclays, BNP Paribas y Sociíétíé Gíéníérale, que se encargan de recoger las peticiones de compra directamente de los inversores. De esta manera se asegura una base de inversores diversificada y con vocación de más largo plazo.
"El míétodo de la sindicación transmite confianza y la sensación de que los bancos apuestan por la solvencia del Estado", explica Juan Ignacio Crespo, de Thomson Reuters. El problema es el coste pues al precio pagado ayer hay que sumar tambiíén la comisión a los bancos, algo que se evita en las subastas.
Los retos no le faltan al Tesoro este año y hoy mismo afronta otro. Tiene previsto subastar letras a 12 y 18 meses, operación por la que prevíé ingresar entre 5.000 y 6.000 millones de euros.
El BCE retoma las compras de bonos
El BCE aceleró las compras de deuda la semana pasada tras el parón navideño. La autoridad monetaria adquirió 2.310 millones de euros, lo que contrasta con los 113 millones desembolsados la última semana del año o los 164 millones de la semana de navidad. De esta manera el monto destinado a estas adquisiciones regresa a niveles de principios de diciembre cuando en la primera semana destinó 2.667 millones.
En total el BCE ha empleado ya 76.500 millones a las compras de deuda y mañana realizará la tradicional operación de esterilización, mediante la cual tomará depósitos a siete días, para tratar de evitar futuras presiones inflacionistas. Está por ver si el mecanismo de rescate de la UE se modifica y relevará al BCE en estas funciones.