El Tesoro capta en tres días 9.000 millones de los 15.542 millones que debe refinanciar en la primera parte del año.
El Tesoro Público afronta tres meses críticos este año, porque concentra unos elevados vencimientos de bonos y obligaciones que debe refinanciar. En concreto, los volúmenes ascienden a 15.542 millones a finales de abril, a otros 15.493 millones para el 30 de julio y a 14.092,9 millones más en octubre.
Sin embargo, el organismo de financiación está acelerando sus emisiones para mejorar la confianza de los inversores y anular cualquier hipótesis sobre la posibilidad de que no pueda hacer frente a estos compromisos y que, por ende, tenga que pedir ayuda a la Unión Europea.
Ayer cerró una emisión sindicada a diez años por importe de 6.000 millones. A diferencia de las subastas rutinarias, este tipo de operaciones se realizan a travíés de un pequeño grupo de bancos. Con esta emisión ya habría cubierto el 58% de los 15.542,10 millones de euros que le vencen a finales de abril, puesto que el pasado jueves ya captó 3.000 millones de euros mediante una subasta de bonos a cinco años.
Precios elevados
No obstante, los costes de financiación siguen al alza. Para asegurarse el íéxito, el Tesoro pagó ayer 225 puntos básicos sobre el índice de referencia para las emisiones a tipo fijo o mid-swap, lo que supone una rentabilidad del 5,604%. í‰sto implica, según Bloomberg, una prima de 12 puntos básicos por encima del nivel al que cotizaba en secundario la referencia comparable, la emisión sindicada al mismo plazo que se ejecutó en julio del año pasado.
De ahí que los inversores respondieran con una demanda que superó los 12.700 millones de euros. “Una nueva prueba de fuego superada. La demanda es lo importante en estos momentos (frente al precio) en la deuda europeaâ€, según apunta Josíé Luis Martínez, estratega en España de Citi.
La operación de ayer se celebró tras cancelar una subasta de obligaciones a 10 años, que estaba programada para este jueves. La ministra de Economía, Elena Salgado, justificó este cambio al alegar que no tiene mucho sentido que haya dos emisiones con la misma referencia a 10 años en la misma semana. Además, el Ministerio de Economía ya indicó que esta emisión no tenía carácter “excepcional†y no estaba condicionada por las tensiones que se han vivido los mercados en los últimos días.
Mediante una emisión sindicada, el Tesoro consigue diversificar su base de inversores, puesto que acuden fondos de inversión, bancos o fondos soberanos, entre otros, que no suelen participar en las subastas rutinarias. Por otro lado, permiten colocar un importe superior.
Además de bonos y obligaciones, el Tesoro debe hacer frente, a su vez, a elevados vencimientos de letras este año. De ahí que hoy vaya a realizar otra subasta de este tipo de títulos, a plazos de 12 y 18 meses, en la que espera captar un importe de entre 5.000 y 6.000 millones de euros, según anunció ayer el Tesoro.
Colchón
El organismo cuenta, a su vez, con un remanente de dinero que guarda en el Banco de España. Según previsiones de una entidad, se espera que ese colchón de liquidez supere los 30.000 millones de euros a finales de este mes.
El riesgo país o diferencial entre el bono español y el alemán a diez años repuntó ayer hasta los 239,51 puntos básicos. La rentabilidad de la deuda española escaló hasta el 5,433%.
Coloca el 75% de la deuda entre extranjeros
Para valorar si una emisión se ha ejecutado con mayor o menor íéxito, no sólo hay que mirar el precio y la demanda, sino tambiíén la distribución final de los títulos. En este sentido, fuentes del Ministerio de Economía apuntaron que el 73,5% de la deuda se vendió a inversores extranjeros.
Destaca la elevada participación de Reino Unido, con un 27,7%, de Francia, con un 14,1%, y de Italia, con un 7%. Asia se hizo con el 4,1%, despuíés de que China haya manifestado que apoyará a España. Por perfil de inversor, el 48,4% fue a parar a manos de entidades de críédito, mientras que las gestoras (fondos, seguros y pensiones) se quedaron con el 42%.
