Claves para invertir en las salidas a Bolsa de las cajas
Fuente: Cinco Días
Empieza la cuenta atrás para la salida a Bolsa de las cajas. La Caixa ha tomado la delantera al anunciar que sacará a Bolsa su negocio bancario a travíés de Caixabank (la antigua Criteria), pero ya son varias entidades más como Banco Financiero y de Ahorro, Banco Base, Mare Nostrum, Banca Cívica o Unnim las que han expresado su intención de utilizar esta vía para recapitalizarse. Evitar la nacionalización se perfila prioritario y la competencia por captar recursos para cumplir las nuevas exigencias del Gobierno está servida en los próximos meses. Se abre así un abanico de opciones de inversión en el sector financiero español.
Los expertos consultados coinciden en señalar que la falta de información dificulta adelantar si las cajas serán o no opciones interesantes. Eso sí, aconsejan analizar varias claves antes de tomar decisiones de inversión. El descuento que ofrezcan, la posible influencia política en la gestión, la situación del balance, el grado de limpieza de los activos inmobiliarios, las perspectivas de negocio, la estrategia y la base de clientes son las características que más deben mirar los inversores potenciales.
La competencia entre entidades por captar capital resultará feroz. El Gobierno ha cifrado las necesidades del sector en 20.000 millones y como siempre, el precio al que se produzcan estas futuras salidas a Bolsa será la clave que determinará su íéxito. Muchos expertos consideran que la única manera que tendrán las cajas de diferenciarse de sus competidores cotizados será a travíés de descuentos brutales pero está por ver si los pueden ofrecer y si, aun así, convencen al mercado.
"La única posibilidad para las cajas es diluirse. Para que me llegara a interesar deberían ofrecer entre 0,3 y 0,4 veces su valor en libros (La Caixa ha valorado sus activos a 0,8). Tienen márgenes de intermediación a la baja, mora más alta y obra social. No le veo atractivo", avisa Ignacio Cantos, director de análisis de Atlas Capital.
Otros no se atreven a hacer apuestas hasta conocer cómo será la gestión. "Nos hace falta mucha información hasta que se clarifique el escenario. Sería muy negativo que hubiera restricciones políticas en la gestión. Hace falta profesionalización y no criterios políticos. Despuíés hay que ver el diseño de la operación. Estudiar en quíé medida se ha limpiado el balance, ver la vinculación que pueda tener con un posible banco malo y determinar dónde y cómo van a operar. No es lo mismo actuar en zonas de crecimiento que sin íél", explica Fíélix González, de Capitalia Familiar.
Los expertos tienen claro que uno de los focos de atención de los inversores potenciales será precisamente la limpieza del balance y la exposición al ladrillo que tengan aquellas cajas que se conviertan en bancos para salir a cotizar. "Hay que ver cómo se aparca el riesgo inmobiliario. Creo que en las nuevas salidas a Bolsa la clave va a estar en que la cartera inmobiliaria estíé lo suficientemente provisionada o ajustada porque la lupa de los inversores va a estar ahí. Si no está claro nadie va a poner dinero", explica Joaquín Casasús, de Abante.
La reestructuración anunciada por La Caixa, por ejemplo, ha sido muy aplaudida pues la entidad ha trasladado todo su negocio financiero a Caixabank, dejando los activos inmobiliarios en otra entidad. "Lo que destacamos más positivamente es el hecho de que los activos inmobiliarios adjudicados y adquiridos no sean incluidos en el Caixabank sino que su actividad se gestione en otra entidad bajo el paraguas de La Caixa. Este hecho hace que el nuevo banco inicie su actividad en mejores condiciones que sus competidores, con un balance totalmente saneado y sin que sus resultados se vean perjudicados por provisiones adicionales para cubrir la cartera de inmuebles", señalan desde Inverseguros. "Caixabank nacerá en mejores condiciones de solvencia, morosidad y sin activos inmobiliarios", añade Renta 4.
Las cajas, por tanto, dependiendo de cómo se estructuren pueden convertirse en entidades con un fuerte componente domíéstico y con menos riesgos inmobiliarios capaces de rivalizar con los bancos medianos cotizados. "En principio por mix de negocio sí se debería tener como referencia a la banca mediana pero habrá que ver. Saber si las cajas tendrán ventaja frente a la banca mediana dependerá del free float, la estrategia y el peso de la política", matiza Nuria ílvarez, de Renta 4.
Faltan demasiados detalles puesto que tambiíén está por ver el margen de maniobra del resto de entidades a la hora de reestructurar para sacar a Bolsa un negocio saneado. "La Caixa ha hecho una jugada perfecta. El resto no lo va a tener tan fácil ni va a tener tanta capacidad de reacción", añade Casasús.
Y es que incluso con Caixabank muchos expertos están a la espera de conocer los detalles sobre el banco resultante antes de atreverse a realizar recomendaciones de inversión. "Tras la fuerte revalorización de Criteria, el potencial de los precios actuales es más limitado, tenemos un precio objetivo de 5,6 euros, por lo que en una primera aproximación al nuevo grupo nuestra recomendación es mantener a la espera de más información sobre la estrategia del nuevo grupo a finales de febrero o marzo", añade Renta 4. "El problema de Caixabank es que no solo compras el negocio bancario. Para mi sigue siendo un holding y hay que ver hasta que grado tiene influencia política", argumenta otro experto.
Las reticencias sobre las futuras estructuras abundan y muchos creen que el sector tendrá difícil presentar negocios creíbles. Banco Financiero de Ahorro, el SIP liderado por Caja Madrid, otro de los grandes jugadores en la pista de despegue, ha destinado 9.200 millones de euros a dotaciones para anticipar posibles píérdidas futuras y encarar una morosidad del 6,34% a cierre de 2010. Un paso en la buena dirección para los expertos pero que aún deja muchas dudas sobre la estructura que utilizará para salir a Bolsa. "Aún pueden hacer limpieza pero deberían haberlo hecho antes. Han optado por provisionar", comenta Abraham Nájera, socio del bufete CMS Albiñana y Suárez de Lezo. "Dudo que salgan a Bolsa a travíés de Banco Valencia. Eso implicaría una ampliación de capital de más de 8.000 millones", explica otro experto.
Los próximos meses se prevíén intentos. El Gobierno exigirá un core capital mínimo del 8% a partir de septiembre para las entidades cotizadas, exigencia que puede aumentar hasta el 9% o el 10% para el resto. De ahí las prisas por buscar capital en los próximos meses. En concreto se espera que la mayoría saque a Bolsa entre el 15% y el 20% de su capital o busquen socios privados que se hagan con estos porcentajes.
"En la mayoría de los casos las cajas tendrán que ceder una participación minoritaria. El problema estará en aquellas entidades que no tienen capital por todo lo que han perdido. Las muy afectadas deberán nacionalizarse vía FROB", auguran desde una entidad. Esta misma semana, por ejemplo, Catalunya Caixa ya ha dejado caer que asume su mutación en banco y la nacionalización parcial.
La tarea para el resto no será fácil. "La politización en las cajas ha implicado falta de profesionalización. Si cambian el rumbo y los gestores se dará otra impresión. Mucho tienen que trabajar las cajas para cambiar la imagen. No es lo mismo que un banco y no veo que puedan ofrecer algo distinto", añade Nájera.
El escepticismo de muchos inversores es tan alto que incluso con grandes descuentos no saben si se verán seducidos. "Creo que solo las dos grandes conseguirán salir", añade otro entendido.
Las cajas deberán trabajar duro para presentar negocios creíbles. Los bancos medianos cotizados tendrán competencia pero, de momento, no muestran excesiva preocupación. De hecho, confían en que los inversores sabrán valorar tanto su capacidad de gestión y algunas ven en la reestructuración de las cajas oportunidades para crecer más mientras estas se centran en sanearse. "Al cotizar las cajas habrá información pública y se van a poder comparar informaciones homogíéneas. Ahora no se discrimina entre entidades", explica Jaime Hernández, director de relaciones con inversores de Bankinter. A las cajas les queda trabajar pero como siempre el inversor premiará si la historia es creíble y el precio atractivo.
Ventajas
Riesgo España. El momento de mercado ha mejorado sustancialmente en las últimas semanas. La caída de la percepción de riesgo es una baza que jugarán las cajas para buscar inversores.
Necesidades. A menor necesidad de capital más facilidades para emitir. La situación de cada caja será clave.
Descuento. El precio será la clave y se prevíén descuentos atractivos.