En las últimas dos semanas han sido muchos los avances en los deberes pendientes que ha afrontado la economía española. El principal, el acuerdo social y económico suscrito por el Gobierno con los agentes sociales y que incorpora la reforma de las pensiones con un retraso en la edad de jubilación a los 67 años.
Pero, a la vuelta al diálogo, se han sumado, además, las primeras pinceladas de una nueva reforma del sistema financiero, el cumplimiento sobrado del díéficit del Estado en 2010, una mejora sobre la previsión en el dato adelantado de PIB del año pasado, así como varios respaldos nacionales e internacionales a las reformas.
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francíés, Nicolas Sarkozy, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, han sumado sus voces de confianza en la economía española a las de los máximos dirigentes del Banco Santander o el BBVA, Emilio Botín y Francisco González. En los mercados, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán, descendía elmismo día que se firmaba en La Moncloa el acuerdo social hasta los 183,7 puntos básicos, despuíés de marcar un máximo en enero de 283 puntos básicos.
Asimismo, la emisión de bonos del Tesoro a tres y cinco años registró el jueves una leve mejora respecto a la anterior emisión, coincidiendo con la visita a Madrid de Merkel y con la resaca del road show que realizó en las plazas de París y Londres el secretario de Estado de Economía, Josíé Manuel Campa.
Con todo este cóctel, y despuíés de mucha incertidumbre y volatilidad, la pregunta es clara: ¿se ha alejado el fantasma de un posible rescate financiero de España por parte de los organismos internacionales? La vicepresidenta económica, Elena Salgado, insistió la semana pasada en que "los pasos que se están dando nos alejan de toda posibilidad de tener que utilizar el fondo de rescate". Merkel bendijo las "grandes cosas" que se han hecho en los últimos días en España, pero evitó entrar en especulaciones.
Los expertos económicos consultados por elEconomista reconocen los avances, pero se muestran prudentes. En líneas generales, creen que las reformas alejan ese temido fantasma, pero son cautos al mirar al futuro porque siguen existiendo riesgos internos y externos que pueden hacer tambalear ese avance de la confianza en la economía española.
Prudencia generalizada
Los más prudentes apuntan, como resume el director del servicio deestudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, que "los riesgos siguen encima de la mesa, aunque se han reducido significativamente".
Opinión que respalda la analista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas ), María Jesús Fernández, al poner en valor la respuesta positiva de los mercados en los últimos días, en los que la rentabilidad del bono español ha caído desde su máximo anual del 5,54 por ciento y podría llegar a perder la cota del 5 por ciento; y en los que el riesgo de impago (CDS, por sus siglas en inglíés) tambiíén se ha relajado. "Pero las cosas pueden cambiar", advierte Fernández.
El catedrático de Economía y premio Príncipe de Asturias, Juan Velarde, escíéptico con el futuro, reconoce que las medidas alejan "un poco" la intervención, pero alerta de que se tratan más bien de una "aspirina para bajar la temperatura" y no del antídoto final. "Lo aprobado es para no empeorar, más que para mejorar", resume.
En otro ejemplo muy gráfico, el profesor del IESE, Josíé Ramón Pin, asegura que la economía española suspendió el examen de mayo, se presentó sin íéxito a la convocatoria de septiembre y sólo ha podido sacar "un 5 raspado" en la repesca de febrero donde ha sido la profesora Merkel la encargada de realizar un examen que, está convencido, estaba "aprobado de antemano".
El porquíé de la mejora
¿Cuáles son las claves de ese avance? Izquierdo valora, por encima de todo, el cumplimiento con la consolidación presupuestaria como pieza fundamental a la que se suma la mejora en la previsión del ritmo de crecimiento en 2010 y el avance en unas reformas estructurales que han tirado del carro.
Para el profesor de IE Business School, Fernando Fernández, el impulso que ha tomado la economía española se encuentra, sin duda, más allá "de fotos", en el retraso de la edad de jubilación pactado por el Gobierno, sindicatos y patronal.
Algo de lo que disiente Ramón Pin, que hace hincapiíé en "el efecto positivo de la firma" con los agentes sociales porque supone recuperar la imagen de la concertación que España inauguró con los Pactos de la Moncloa y que, en la actual legislatura, se vio frustrada con la ruptura del diálogo social en 2009.
Los principales retos
Sin embargo, los economistas consultados tambiíén reconocen que la reforma de la negociación colectiva? que debaten patronal y sindicatos? puede poner piedras en ese lento avance del crecimiento. En el plano internacional, la analista de Funcas apunta a los riesgos que pueden contagiar a España si, por ejemplo, se incrementan las dudas sobre nuestro vecino Portugal.
Josíé Ramón Pin va más allá y pone fecha a la incertidumbre tras insistir en el que, para íél, es el verdadero fantasma que sobrevuela a nuestra economía, el desempleo. En este sentido, el profesor del IESE insiste en que "hasta abril o mayo" no sabremos si se han ido para no volver las dudas que cuestionan a España.
En su opinión, en función de los datos de empleo de los tres primeros meses?despuíés de que enero sumara 130.930 nuevos parados? evolucionará un PIB que podría ver dificultado su despegue por ese mercado laboral, pero que, como contrapartida, podría verse impulsado por la temporada de turismo si continúan los problemas en el Magreb.
Velarde, por su parte, abre la puerta además a otro gran reto futuro que entró en debate en el Consejo Europeo del viernes: la competitividad. Según el catedrático, íésta será una garantía básica de ahora en adelante para que los países deudores, entre los que destaca a España y a EEUU, puedan rendir cuentas ante sus acreedores, Alemania y China.
"Berlín está aterrada porque el hundimiento de Madrid sería un golpe terrible?, asegura.
Las visiones extremas
En el lado de los más optimistas se sitúan el asesor económico de la Asociación Española de Banca (AEB), Federico Prades, y el presidente deAnalistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros. Ambos creen que el riesgo no sólo se ha alejado, sino que ha desaparecido.
"Hemos evitado la situación de rescate", defiende Prades, que avala las reformas emprendidas desde el pasado mes demayo pero, sin embargo, cuestiona la tardanza con la que se han acometido, como hace la revista The Economist. El asesor de la AEB mcree que la economía española está en un periodo "de mudanza? y ha necesitado situarse "al borde del precipicio" para verse en la obligación de reaccionar.
Ontiveros tambiíén ve alejado el peligro de que España tenga que acudir al fondo de rescate, principalmente, por un motivo: la nueva etapa de concertación que simboliza el acuerdo social, frente a la confrontación anterior. Para el presidente de AFI la clave se encuentra en que, en el exterior, empieza a separarse la situación de España de la del resto de países perifíéricos. "Es el capital basado en la confianza", apunta.
La visión más pesimista la aporta el profesor de IEBusiness School, Fernando Fernández, que, aunque cree que la idea de una intervención como la que han vivido las economías griega e irlandesa han quedado muy debilitadas con los últimos acontecimientos, defiende que el fantasma estará ahí, mudando de capa.
"No habrá un rescate en sentido total, pero sí puede haber una necesidad de financiación llegado abril", reconoce, apuntando a que la cantidad final que pueden necesitar las cajas de ahorros con la nueva reforma puede más que duplicar los 20.000 millones estimados.