El rally pasó un momento de peligro la semana pasada con el estallido de Egipto y la avalancha de datos económicos y resultados empresariales. Pero una vez superada la amenaza, y con nota, el mercado afronta una semana mucho más tranquila, con muy pocas referencias que puedan quebrar la fortaleza exhibida.
Aunque es bien sabido que los grandes movimientos llegan cuando menos se espera, no parece que el mercado vaya a abandonar su luna de miel actual a corto plazo, salvo que algo altere el escenario de recuperación económica sin excesivas tensiones inflacionistas en que se basa la subida.
Y no parece probable que suceda esta semana, salvo que sea algo totalmente inesperado. La semana pasada, el ISM industrial, el paro de enero y los buenos resultados empresariales -el 70% de las empresas ha batido las expectativas- fueron los responsables del nuevo tirón alcista.
Hoy lunes tendremos el críédito al consumo, un discurso de Obama y los resultados de Lowes. Mañana martes no habrá referencias de importancia. El miíércoles le tocará hablar a Bernanke y conoceremos los resultados de Coca Cola y Cisco. El jueves se publicarán las demandas semanales de subsidios, los inventarios mayoristas y el díéficit presupuestario. Y el viernes sólo tendremos el díéficit exterior y el índice de la Universidad de Michigan.