El potencial económico de China, India, Brasil seduce a inversores y analistas pero su encanto no es eterno. Pese a que las perspectivas para estos países son positivas, el miedo a la inflación y la inestabilidad en Egipto ha provocado una huída masiva de inversores. Las bolsas de los países emergentes han visto como se esfumaban 1.679 millones de dólares de media en las últimas cuatro semanas, la mayor retirada desde la quiebra de Lehman Brothers.
Son datos de un informe del departamento de análisis de Deutsche Bank, que explica que esta desbandada está relacionada con los últimos referentes macroeconómicos de la economía China, especialmente el PMI manufacturero, y la inestabilidad en Egipto.
El gran beneficiado de los reparos hacia las bolsas emergentes es Estados Unidos, que recoge parte de estos flujos de capitales afianzando así una tendencia que se ha repetido en ocho de las últimas nueve semanas.
Europa tambiíén ha sacado tajada de la inestabilidad, aunque la excepción a la regla hay que buscarla en Alemania. La locomotora europea vivió la primera salida de fondos desde junio de 2010, mientras que Italia consiguió la mayor entrada de flujos desde agosto.
Miedo a la inflación
Sin embargo, no todos los analistas coinciden con que se deba a datos macroeconómicos puntuales o la inestabilidad en Egipto, sino que el problema de fondo es la inflación en los mercados emergentes y el miedo a que los bancos centrales tomen medidas para controlarla. Míéxico, China, India y Brasil están en el punto de mira.
Josíé Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España destaca que "las Actas de la última reunión del Banco Central de Míéxico conocidas el viernes apuntan a una creciente inquietud ante los riesgos de inflación, aunque el consejo está dividido sobre su gravedad".