Fuertes descensos en Wall Street, sobre todo del lado de la tecnología, y con un importante repunte de la volatilidad que no dejan buen sabor de boca.
La primera jornada bursátil de la semana en Wall Street no ha servido ni mucho menos para cambiar la fotografía que dejaba el lunes el tropiezo europeo. Las tensiones en el mundo árabe continúan, la situación en Libia empeora y, en Estados Unidos, los inversores han optado por la recogida de beneficios en la renta variable.
Sin embargo, no todo fue tan silencioso, ya que los nervios se apoderaron del parquíé estadounidense, llevando a la volatilidad a niveles de enero de 2010 -tanto el VIX, índice que mide la volatilidad del S&P500, como el VXN, que toma la del Nasdaq se dispararon un 30%-. Así, el Dow Jones sufrió una caída del 1,4%, mientras que el Nasdaq se llevó la peor parte con un brutal descenso que rondó el 3%, lastrado sobre todo, por Apple y su influyente peso en el índice tecnológico.
Para más inri, los resultados de Hewlett Packard a cierre de mercado cumplieron con las previsiones, pero las flojas previsiones que lanzó la tecnológica provocaban que cayese en torno a un 6% en el after hours.
Todo ello llegó despuíés de una sesión europea donde tambiíén gobernaron las caídas.
Donde tambiíén se sufrieron los efectos de las crecientes tensiones en Libia fue en el ámbito de las materias primas. Sobre todo, por parte del crudo estadounidense, cuyo precio repuntó más del 7% superando los 92 dólares. Varias voces han advertido ya de las presiones que puede suponer un petróleo caro durante un periodo prolongado de tiempo.
Hoy vendrán más resultados corporativos. Presentarán cuentas tanto Priceline como Garmin en EEUU y Commerzbank en Europa. Tambiíén será el turno de Fresenius, Natixis, Vallourec, Ferrovial e Iberdrola Renovables.