Estados Unidos se asemeja a General Motors antes de la quiebra
Antes de las apocalípticas predicciones de Meredith Whitney, Nouriel Roubini y otros pesimistas durante la crisis subprime, Mary Meeker, ex analista de Morgan Stanley, era considerada como la reina de Internet, debido a la precisión con la que pronosticó la burbuja tecnológica. Ahora, liberada de sus obligaciones en la banca de inversión, y en su nuevo cargo de socia en la firma de capital privado, Kleiner Perkins, Meeker ha elaborado una minuciosa radiografía de la situación económica de EEUU.
Ayer se ha conoció que el Producto Interior Bruto (PIB) norteamericano creció un 2,8% en el cuarto trimestre de 2010, en lugar de un 3,2%. Citigroup considera que en 2050, EEUU quedará relegado al tercer puesto de la economía mundial, por detrás de India y China.
Ahora Kenner, en su estudio, titulado como USA Inc, examina las cuentas del país como si fuera una compañía. Es curioso como las 463 páginas del análisis toman la misma estructura del 10-K, es decir, el informe anual que las compañías norteamericanas que cotizan en bolsa deben presentar a la Comisión de Mercados y Valores (SEC) anualmente. Incluso, el documento viene acompañado de un escrito, similar a la carta que normalmente el CEO de una compañía escribe a sus inversores anualmente, en el que han participado George Schultz, Paul Volcker, Michael Bloomberg, Richard Ravitch y John Doerr.
"Bajo los estándares del corporate norteamericano, las cuentas de USA inc (la compañía imaginaria que engloba a todo el país) son bastante desesperanzadoras", asegura.
El veredicto de Keener no es nada esperanzador, de hecho compara la economía norteamericana con el mismo rumbo que tomó General Motors antes de tener que someterse a una quiebra supervisada por el gobierno norteamericano. La diferencia, según Keener, es que GM "ha tomado su medicina y ha comenzado a implementar con íéxito su reforma".
La revista Bloomberg BusinessWeek se hace eco del informe y se pregunta si un inversor estaría dispuesto a invertir en una compañía que perdió el año pasado 2 billones de dólares y cuyo valor total es de menos 44 billones de dólares (millones de millones).
Conclusiones más relevantes
Entre los datos más llamativos del estudio sorprende, por ejemplo, que "la extensión de las ayudas a los desempleados costará 34.000 millones de dólares durante los dos próximos años". Además, los niveles de deuda serán tres veces mayores en 2030. Cinco años antes, los intereses sobre esta deuda y los costes de la seguridad social, ayudas al desempleo y los programas sanitarios como el Medicaid, sobrepasarán los ingresos del país.
"No existe ninguna fórmula rápida para corregir el díéficit de EEUU", señala tambiíén el análisis. "Subir los impuestos podría ayudar pero la solución real está en recortar los gastos", añade.
Entre las opciones más efectivas planteadas en el documento se encuentran el aumentar la edad de jubilación hasta lo 73 años o recortar los beneficios de la seguridad social un 12%, además de realizar profundas reformas en los progamas sanitarios.
Vamos a ver si Obama, los demócratas y los republicanos toman en cuenta algunos de estos consejos. Hasta el momento, el nivel máximo de deuda en EEUU está a punto de tocar techo y, de no haber una extensión, el impago podría estar asegurado.
Bajo estas circunstancias, Moody's advertía esta semana que de darse dicha situación se vería obligado a revisar la calificación de la deuda norteamericana. Tampoco hay que olvidar que en el presupuesto presentado por el presidente, el díéficit de 2011 alcanzará un nuevo ríécord de $1.645 billones, y la deuda con garantía pública de los próximos diez años será de casi el doble, subiendo 7.2 billones de dólares.