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Autor Tema: Cuáles son las empresas españolas más expuestas a la crisis árabe  (Leído 315 veces)

Eguzki

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El vecino Marruecos es el paí­s al que más se exponen las compañí­as españolas con presencia en el Magreb y Oriente Medio. Infraestructuras y energí­a son los sectores donde más se ha invertido.


Primero fue la anexión de Austria, despuíés la invasión de Polonia y, a continuación, las campañas en Dinamarca y Noruega. De acuerdo con la historiografí­a de la II Guerra Mundial, los movimientos de las tropas dirigidas por Hitler adoptaron la forma de una enorme espiral sobre Europa.

Ahora, volvamos al presente. Túnez, Egipto, Libia: sobre el mapa, el movimiento de las revoluciones que han tenido mayor calado siguen un patrón similar, considerando al margen otros paí­ses donde tambiíén ha habido protestas aunque en menor medida, como Yemen, Bahríéin o Marruecos. De acuerdo con este razonamiento, en un movimiento más amplio de esta espiral, la siguiente nación contagiada serí­a Arabia Saudí­... que es precisamente el foco de todas las preocupaciones. No obstante, este paí­s es el más estable de la zona gracias a las medidas que ha emprendido la monarquí­a saudita.

Al margen de este ejercicio de Historia y de estrategia, si hay una cosa cierta es que los sucesos acaecidos en Oriente Medio han servido para reavivar el interíés por el Magreb, la parte occidental del norte de ífrica. Un territorio que abarca Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania, el Sáhara Occidental y la ya mencionada Libia. Pese a su carácter geoestratíégico, tradicionalmente ha sido poco explorado por las compañí­as españolas.

El foco donde se han concentrado el mayor número de relaciones comerciales es Marruecos, por motivos obvios: está a tan sólo 14 kilómetros, cruzando el estrecho de Gibraltar. Y sin embargo, muchas empresas españolas han preferido diversificar su actividad internacional en regiones más lejanas, como Latinoamíérica o Asia- Pací­fico. De acuerdo con datos del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), más de quinientas compañí­as españolas operan en territorio alahuí­, en su mayorí­a pymes, textiles y agroalimentarias. No en vano, las mayores importaciones marroquí­es se centran en el sector de la moda, seguida por la tecnologí­a industrial.

El segundo paí­s que ofrece más atractivo para el inversor español ha sido Argelia, que está inmersa en un proceso privatizador que ha aprovechado para atraer a inversores extranjeros. Desde el Icex se puntualiza que la inversión de España "es importante, pero menos diversificada que en Marruecos", y se centra fundamentalmente en el sector energíético.

Aníécdotas magrebí­es
La actividad económica generada por compañí­as españolas en Túnez, Egipto y Libia ha sido residual, y muchas veces irregular. En Libia, que bombea el 5,3 por ciento del petróleo de la OPEP, el energíético ha sido de los pocos sectores donde han podido entrar inversores internacionales. Uno de ellos, Repsol: la española tambiíén está presente en Argelia y Arabia Saudí­, pero la clave está en este paí­s, que de acuerdo con el informe del Banco Sabadell, aporta el 3,9 por ciento de su producción, y el 5 por ciento de sus reservas probadas de petróleo. El Icex afirma sobre la situación económica de Libia que "necesita inversión extranjera desesperadamente, pero no ha sabido crear el marco adecuado salvo en el sector petróleo".

De acuerdo con un informe de la agencia Fitch, la situación en el corto plazo no tiene por quíé afectar a Repsol u otras petroleras con presencia en la zona, como la italiana ENI (que considera la más expuesta) o la austriaca OMV: "Todas las petroleras afectadas tienen perfiles de liquidez robusta, y consecuentemente el riesgo de una interrupción en la producción durante varios meses no se ha visto per se como una amenaza para su rating".

¿A quíé otras españolas afecta?
Dentro del grupo de cotizadas españolas que han explorado - económicamente hablando- el Magreb, debemos diferenciar dos grupos. Por un lado, aquellas con presencia en mayor número de paí­ses. Y por otro lado, aquellas que, sin estar tan diversificadas territorialmente, cuentan con mayor exposición debido al porcentaje de negocio que suponen sus proyectos en la zona. Los sectores predominantes de procedencia son el de infraestructuras y el energíético.

Del primer grupo, Abengoa se lleva la palma. El paí­s que todaví­a dirige Gadafi le supone el 1 por ciento de sus ventas y el 1 por ciento de su beneficio bruto de explotación (ebitda) según el Banco Sabadell. Sin embargo, su presencia es más palpable en paí­ses como Marruecos, donde su inversión supone el 2 por ciento tanto en ventas como en ebitda. Si tambiíén se contabiliza la actividad de sus filiales (Befesa, Telvent, Abeinsa), en realidad la compañí­a dispone de contratos propios o a travíés de concesionarias en toda la zona: tranví­as en Argelia; desaladoras en Túnez; la gestión del tráfico en la capital de Arabia Saudí­, Rihad, junto con otras ciudades clave como La Meca o Medina; termosolares en Abu Dhabi... La lista tambiíén incluye a Egipto, Omán, Qatar, Emiratos írabes, Jordania y Siria.

Otras de las empresas que más proyectos acumulan por la zona de Oriente Medio son Indra e Inditex. Al hablar del sector textil, el imperio de Amancio Ortega tiene su monopolio en Marruecos, ya que este paí­s supone su segundo productor, despuíés de China. Egipto, Arabia Saudí­, Jordania, Bahríéin, Siria y Lí­bano están asimismo dentro de su cí­rculo de influencia. Sus negocios en estos paí­ses, principalmente a travíés de su marca Zara, suponen el 3,3 por ciento del balance de la compañí­a.

Por su lado, Indra tambiíén tiene en su punto de mira a la hora de establecer proyecto a Marruecos. Su negocio (los puertos del paí­s especialmente) le reporta un 2 por ciento tanto en ventas como en su beneficio bruto de explotación (ebitda). En Egipto desarrolla proyectos ambiciosos en materia de energí­a como los de la localidad de Damietta. Su presencia se extiende además a Argelia, Túnez y Arabia Saudí­, aunque a menor escala.

Dentro del segundo grupo, las compañí­as que obtienen un porcentaje significativo de sus contratos en el Magreb son Tíécnicas Reunidas, Gas Natural y Cementos Portland.

La compañí­a de ingenierí­a ha sido la más afectada: sólo las plantas de refinerí­a que tiene en Arabia Saudí­ suponen el 30 por ciento de todo su negocio. Además, dispone de contratos en Marruecos, Argelia y varios emiratos del Golfo Píérsico. En la jornada del lunes, la que reportó mayor castigo a las bolsas europeas debido a la incertidumbre por la escasez de informaciones procedentes de Libia, Tíécnicas cedió un 4,79 por ciento en bolsa, su mayor caí­da desde junio del año pasado. En 2011, acumula un retroceso del 11 por ciento.

Los intereses de Gas Natural se centran en Argelia. Junto con su socia foránea, Sonatrach, explota un yacimiento de gas que le reporta el 33 por ciento de su suministro. No obstante, Egipto tambiíén está dentro de su órbita, las plantas de gas de Damietta le reportan importante suministro.

Otra compañí­a del sector de infraestructuras que se podrí­a ver afectada por el contagio sucesivo a más paí­ses del Magreb y Oriente Medio es OHL. Qatar proporcionó a la constructora el mayor contrato de su historia: la construcción de un hospital, por 1.650 millones de euros. En Argelia se encarga de la segunda ví­a de circunvalación más grande de la capital, Argel; le supone el 0,1 por ciento de sus ventas, y el 0,1 por ciento de su beneficio operativo.

De entre las cotizadas del Mercado Continuo destaca el caso de Cementos Portland, una compañí­a de 589 millones de capitalización. Túnez le aporta el 9,7 por ciento de su beneficio operativo, y supone un 9,5 por ciento de sus ventas según informes de Ibersecurities.

FCC, CAF y Sol Meliá son otros valores del IGBM que cuentan con proyectos en la zona. En el caso de la constructora, su importancia reside en las concesiones en materia de limpieza que tiene en el Cairo. Por su parte, el fabricante de ferrocarriles, del que no se disponen cifras concretas sobre el porcentaje que aporta, se ha encargado del metro de Argel y de trenes para Arabia Saudí­. A Sol Meliá no sólo no le afecta especialmente (está presente en Túnez y Egipto principalmente a travíés de contratos de gestión) sino que el clima de inestabilidad en la zona hasta le beneficia -y más que a su competidor directo, NH-, gracias a su exposición al negocio vacacional en Europa centrado en España.

El resto de empresas de la bolsa española que operan en estos paí­ses lo hace de manera residual y anecdótica. Las desaladoras que tiene FCC en Túnez le aportan un 1,4 por ciento de su ebitda. Libia supone el 0,2 por ciento de las ventas de Sacyr. Y el conjunto de negocios en Argelia, Marruecos y Arabia Saudí­ equivale al 1 por ciento del beneficio operativo de ArcelorMittal, y al 1 por ciento de sus ventas.