Los analistas apuntan que 2011 va a ser el año de las commodities. Pero dentro de estas hay que distinguir dos grupos: los tradicionales escudos contra la inflación, como el oro, y las grandes materias primas industriales como el carbón.
Desde que estalló la crisis, el precio del oro y de la plata se ha disparado hasta romper máximo tras máximo. Desde agosto de 2007, cuando la onza se encontraba en los 640 dólares, el oro se ha disparado más de un 100%. Y es que el precio de este tipo de activos viene muy marcado por la especulación sobre la demanda y las distintas políticas monetarias.
No obstante, existen otras muchas commodities para las que el principal catalizador no son las decisiones de los bancos centrales sino el rápido crecimiento de los países emergentes. Así, en la medida en que la demanda de este tipo de materias primas se basa en la necesidad industrial, el carbón o el hierro provocan una menor especulación en los mercados.
Así, tanto China como la India son grandes dependientes del carbón para la generación de energía elíéctrica. De hecho, desde Barclays Capital defienden que “los precios del carbón se han mantenido estables en niveles elevados y todo apunta a un aumento de la presión en los costos en adelanteâ€, a pesar de la caída del consumo en países como Estados Unidos.
“La reducción de la capacidad de extracción y las tasas de transporte marítimo del carbón metalúrgico están tirando de los precios hacia arribaâ€, aseguran los analistas en su último informe. Y eso a pesar de que la tendencia es contraria en los países desarrollados, dónde el consumo para el sector energíético cayó un 10,4% entre 2007 y 2009 y el gas natural, mucho más barato, continúa desplazando al carbón.
Tal es así que desde la firma afirman que el consumo de carbón en Estados Unidos alcanzó su máximo en 2007 y no va a volver a ese nivel en los próximos años. De hecho, esperan el cierre de plantas de carbón por 29GW de aquí a 2015.
Así, el Coal API2 y el Coal API4 de Europa se encuentran en los 122 y 118 dólares la tonelada respectivamente despuíés de cerrar 2010 en los 90 dólares, mientras que el carbón de Newcastle de Estados Unidos se ha disparado hasta los 128 dólares la tonelada frente a los 70 dólares en los que se encontraba en marzo de 2009.