El Zorro y Crackito
Diciembre, el Otoño tocaba a su fin y con íél un fantástico año de Bolsa. Los habitantes hacían recuento de sus ganancias y casi todos estaban felices. Y es que pasar las fiestas de Navidad con el bolsillo lleno es de lo más gratificante. Algunos se empeñaban en ordeñar más la vaca y otros, como el Zorro, se preparaban para el rebote. ¡Distintas formas de ver la vida y la Bolsa!.
Aquel día, el astuto habitante de los Bosques españoles tenía poco que hacer y decidió dar una garbeo por sus dominios a ver si encontraba a alguien con el que hablar de lo de siempre: Los mercados bursátiles.
El raposo anduvo y anduvo, pero no encontró nadie con el que intercambiar opiniones sobre las acciones.
Estaba un tanto desilusionado y casi convencido de que lo mejor era volver a su madriguera, cuando su fino oído captó un ruido rápido y un tanto violento, que se desplazaba directamente hasta íél.
El cánido se puso en guardia, preparado para defenderse o atacar, pero no fue necesario. Un ser, no del todo desconocido, apareció haciendo footing.
El Zorro bajó la guardia y preguntó:
- Zorro: ¡Hola!, ¿quiíén eres?
- Ser Desconocido: Hola, soy Crackito
- Zorro: ¿Crackito?. ¿Algo así cómo Zapatero o Hugo Chávez?
- Crackito: ¿Acaso esos son Crackitos?.
- Zorro: Dicen que el pueblo es muy sabio y que siempre tiene razón. En el caso de Zapatero casi 11 millones lo han votado. ¡Un autentico record!
- Crackito: Y así es, esos son autíénticos Cracks Zorro, ¡pero de la ignorancia!,
un servidor es el hijo del Crack bursátil.
- Zorro: Pues mucho gusto. Conocí a tu padre en 1987 y lo volví a ver por última vez en 1998. ¡Vaya escabechina que hizo en los mercados!. Por cierto, guardas cierto parecido con íél.
- Crackito: Gracias, me lo dicen muchos ¿Te cogió alguna vez mi padre?.
- Zorro: En 1987 si, pero me recuperíé. Desde entonces algo he aprendido, aunque en esto de la Bolsa nunca se acaba. Es como los impresos de Hacienda, los cambian todos los años para volvernos locos.
- Crackito: Los inversores le tienen cierta rabia a mi padre, pero el solo recibe ordenes de más arriba.
- Zorro: Lo síé, estuve el año pasado en Nueva York y me lo explicó el Toro de Wall Street.
- Crackito: Vaya, ¡así que conociste al Toro!
- Zorro: Si, ¡y al Oso!. Guardo muy gratos recuerdos de aquel viaje. ¡Y aprendí mucho!.
- Crackito, Te creo, el Toro y el Oso son muy buenos profesionales. Capaces de mantener una tendencia en los mercados durante años.
- Zorro: Si, ¡es verdad Crackito!.
Bueno, ¿y que haces tú por aquí?. ¿Estás de vacaciones?
- Crackito: ¡Quíé va!. He venido a preparar la llegada de mi padre.
- Zorro: ¡No me digas que ya viene el Crack!
- Crackito: No Zorro, no. Aún falta, Un servidor viene a recordar a los mercados, que de vez en cuando tiene que descansar el Toro y trabajar el Oso. Ya sabes que esto está muy vigilado por los Sindicatos de Bolsa, la CNMV y por la Asociación para la defensa de los Animales.
- Zorro: Eso he oído. ¡Ahora ya no se cometen abusos como antes!. ¡Tenemos tantos organismos que nos defienden! . ¡Esto parece Jauja o un sitio mejor!.
- Crackito: No te fíes mucho, al pequeño inversor le cantan milongas y luego le dan palo del bueno.
- Zorro: Gracias Crackito, pero uno es muy zorro y se va defendiendo. Ten en cuenta que esto es tambiíén es una tierra salvaje en la que solo salva el más fuerte o el más listo.
¿Y en que consiste exactamente tu trabajo?.
- Crackito: Es parecido al de Juan el Bautista o Jesucristo, me manda mi padre para avisaros de su llegada. Yo ojeo el terreno, cuento las bandadas de Pardillos y Chorlitos, asusto un poco y doy paso al Toro para que finalice su faena. En unos meses, ya estará trabajando mi padre a tope.
- Zorro: ¿Si?, ¿en cuantos meses, más o menos?.
- Crackito: Eso lo deciden los de más arriba. Aquí cada uno hace su trabajo cuando le mandan y listo.
- Zorro: Algo parecido me dijeron el Toro y el Oso de Wall Street. ¿Teníéis firmada alguna cláusula de confidencialidad?.
- Crackito: No, pero en este mundillo las noticias no corren, vuelan. Por otro lado, esto le restaría emoción a la inversión. Al pequeño inversor le gusta sentir como la adrenalina corre por su interior. La sensación que se tiene al hacer algo peligroso y creerse uno más listo pensando que no lo van a coger, es casi inigualable y crea verdadera adicción. Es algo inexplicable Zorro, solo experimentándolo puede uno saber realmente como es.
- Zorro: Cierto Crackito, conozco esa sensación y la contraria. íšltimamente voy mediando y van saliendo las cuentas. Pero los analistas y algunas Agencias de Bolsa, dicen que los ciclos se han acabado. ¿Tú que opinas?
- Crackito: Que cuando se acaben los ciclos, se acabará la Bolsa. Las Bolsas suben y bajan, y a eso, se les llama ciclos, alcistas o bajistas. Si siempre subiera, sería estupendo Zorro, pero eso es una gran utopía y como tal irrealizable.
- Zorro: ¡Si tu lo dices...!. ¿Y a cuanto te han ordenado bajarla esta vez?.
- Crackito: En unas semanas dejaríé todo listo. Algunos pillos se me resisten, pero los voy asustar y bien, en los próximos días. Mi padre me enseñó como meterles miedo hasta a los más valientes.
-Zorro: ¡Ya lo creo!, el Crack deja helado a cualquiera, hasta al más machote de los inversores.
- Crackito: Te veo muy tranquilo, Zorro, ¿no me temes?, ¿ni siquiera a mi padre?.
- Zorro: ¡Vaya que si os temo!. Tanto, que estoy en liquidez.
- Crackito: Ja, ja, ja, te asustas de cualquier cosa Zorro
- Zorro: Si, es verdad, pero de momento he salvado 18.000 euros. Y de todas formas estoy más tranquilo así. No me gusta que me utilicen de yo-yo.
- Crackito: ¿De yo-yo?.
- Zorro: Si, ya sabes: Ahora para abajo, al rato para arriba y despuíés otra vez abajo. ¡Los grandes quinquis que jueguen con otro!.
- Crackito: Tú sabes que aún no le toca de trabajar a mi padre, ¿no?
- Zorro: La verdad, la verdad, que no se cuando le va a tocar trabajar a tu padre. Pero presiento que el momento está cerca.
- Crackito: Siempre avisamos Zorro, hay quiíén nos tacha de traidores, pero el que sabe leer las señales, puede salir tranquilamente de los mercados con los bolsillos llenos
- Zorro: Si eso es verdad. Otra subida en vertical, duplicar La Seda, Urbas, Cleop y Natraceutical, animarse el Jazztel y el Reno de Medici.....
- Crackito: Ja, ja, ja, no sigas no sigas, veo que tienes bien aprendida la lección. Pero nunca olvides, que los grandes quinquis cambian todo para cogeros desprevenidos.
- Zorro: Eso tambiíén lo voy viendo, por eso me salí de los mercados. Pero ya estoy preparado para comprar cuando vuelva a correr la sangre por la Bolsa.
- Crackito: Bien Zorro, pues estate preparado, en un par de semanas esto lo dejo listo y vuelvo a New York. Posiblemente volveríé en Enero a rematar la faena.
- Zorero: Pues si vuelves, me llamas y quedamos para comer. Dale recuerdos a todos.
- Crackito: De tu parte serán dados, Zorro. Adiós.
Crackito retomó su carrera diaria para mantenerse en forma y el Zorro se quedó mirándolo con simpatía, mientras se perdía entre los árboles del Bosque.
- Zorro: Simpático este Crackito, ¡y muy preparado!. ¡Una pena que trabaje para el lado oscuro!.
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