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Autor Tema: La guí­a económica de Santiago Niño Becerra  (Leído 254 veces)

Eguzki

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La guí­a económica de Santiago Niño Becerra
« en: Marzo 04, 2011, 07:27:33 am »
El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramon Llull, Santiago Niño-Becerra, ha elaborado en su último post en La Carta de la Bolsa una 'guí­a económica' en la que repasa los cambios estructurales que están aconteciendo y los que sucederán. De este modo, el economista resume en cuatro puntos clave la actualidad de la situación económica española. Conozca cuáles son.


1. ¿Puede alcanzarse un escenario mundial en el que dejen de darse crisis cí­clicas?

Para Santiago Niño-Becerra, este punto "no es factible en un horizonte temporal asumible" aunque teóricamente sí­ es posible. El economista señala que es sencillo eliminar esas variaciones cí­clicas "logrando que la productividad crezca permanentemente y de forma continuada de modo que cuando comience a inflexar la rama ascendente de la curva de rendimientos decrecientes, una nueva tecnologí­a inicie una nueva curva de modo que el proceso se repita indefinidamente".

Aunque el profesor insiste de nuevo en que es una teorí­a, ese hecho obligarí­a a la sociedad a llevar a cabo un ajuste permanente en la disponibilidad y en el consumo de los recursos y, por lo tanto, llevarí­a a una "corrección tanto de la población existente como de la activa".

2. ¿Quíé tipo de relaciones laborales pueden intuirse en el entorno del año 2020?

Niño-Becerra señala en este segundo punto que tras la crisis económica actual se va a salir optimizando recursos y procesos productivos, por ello, señala que para el año 2020 la productividad va a ser "elevadí­sima". De este modo, asegura que la población activa estará formada por "un 10 ó 15 por ciento de personas empleables con contratos fijos y a tiempo completo, que desempeñarán tareas de muy elevado valor añadido y muy elevada complejidad, y, lógicamente largamente remuneradas".

En cuanto a la población activa ocupada de forma temporal con un nivel profesional elevado, alcanzarán una cota situada entre el 10 y el 25% y, aunque no serán imprescindibles como las citadas anteriormente, el experto avisa de que serán muy necesarias.

A continuación, Niño Becerra señala que entre un 25 y un 30% de la población activa será "parcialmente necesaria", lo que supondrá que en sus vidas profesionales podrí­an darse perí­odos de no actividad, se encargarí­an de tareas complementarias y disfrutarí­an de una remuneración menor que en los supuestos anteriores. Y finalmente, el economista destaca que el resto de la población activa no serí­a para nada necesaria para generar el PIB.

Llegados a este punto, el Catedrático de la Universidad Ramón Llull explica que esta distribución de la población activa "tiene consecuencias tanto en la producción, como en el consumo, en las relaciones con el poder económico y en la obtención de recursos por parte del cuarto grupo".

3. ¿Competitividad dentro de las empresas en forma de unidades diferenciadas a fin de incentivar la innovación o diseño de una estructura de equipos integrados que respondan a un plan de inversión?

El economista señala en este tercer supuesto que uno de los puntos fuertes que caracterizaban tanto al modelo economómico anterior como al actual fue el "individualismo a todos los niveles", lo que hizo que el crecimiento se basara en la fuerte competitividad y en la fórmula "el ganador se lo lleva todo".

Sin embargo, para el experto el problema de esta fuerte competitividad regida por la norma del todo vale "reside en el ingente desperdicio de recursos que supone". "Cierto es que quien gana recupera lo gastado e invertido, pero en muchas ocasiones los gastos e inversiones realizados por quienes compitieron y no ganaron acabarán desperdiciados.", explica Niño Becerra en su artí­culo, en el que asegura que es normal que esta práctica fuera incrementándose en una íépoca en la que se creí­a que los recursos eran ilimitados y a un bajo precio. 

Por lo tanto, el Catedrático considera que en el futuro, la forma de trabajar no sólo estará basada en equipos integrados dentro de una misma compañí­a, sino tambiíén "entre elementos de diferentes compañí­as integradas en una misma corporación o, incluso, en diferentes corporaciones de modo que colaboren en temas especí­ficos a fin de optimizar recursos y procesos".

Así­, que la idea que propone Niño-Becerra es la de "colaborar coordinando metodologí­as", lo que supondrá una planificación de necesidades de todo tipo.

4. ¿Se hallará España en el próximo escenario tecnológico e innovador mundial?

En este cuarto y último punto, Niño-Becerra explica que nuestro paí­s cuenta en la actualidad con dos dificultades a la hora de entrar por la próxima ví­a tecnológica e innovadora. Por un lado está su propia historia, ya que desde el siglo XVI "los modelos productivos españoles han utilizado muy poca tecnologí­a y han sido poco innovadores". Y por otro, "ha basado su boom económico en subsectores muy intensivos en factor trabajo y, a la vez, no ha potenciado la investigación tecnológica en subsectores en los que podrí­a haber contado con una ventaja diferenciadora, como la agricultura".

Por tanto, el economista concluye su artí­culo afirmando que "la potenciación de la coordinación y la búsqueda de la eficiencia tenderán hacia una distribución territorial diferente en la que la figura de los clusters se verá claramente potenciada, centrando la actividad en aquellas áreas clusterizables, escenario que en España puede calificarse de escaso y parco".