El pago de intereses al FROB va a ser una pesada carga para las cajas. De acuerdo con cálculos de la firma Merrill Lynch, esta partida reducirá en 800 millones el beneficio del sector. Las cajas implicadas verán mermado su margen de intereses un 7% de media.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha convertido en la hipoteca de las cajas. Igual que las familias observan con temor la subida del euríbor, las entidades financieras ya están haciendo cálculos de cuánto les van a costar las ayudas. El tipo de interíés de partida es del 7,75%.
La firma de inversión Bank of America Merrill Lynch ha ido adelantándoles el trabajo. De acuerdo con un informe divulgado el viernes pasado, la carga financiera anual ligada al FROB será de 791 millones.
Esta cantidad corresponde a los intereses generados por los 11.559 millones de euros que el Fondo ha desembolsado en la primera ronda de ayudas. Las dos fusiones de cajas catalanas (Unnim y Catalunya Caixa) han solicitado otros 1.200 millones, que se pagarán más caros, por lo que la factura anual del primer año de FROB incluso superará esos 800 millones.
La inyección de dinero recibida por parte del sector de cajas se ha instrumentado a travíés de la emisión de participaciones preferentes, que tienen vinculado el pago de un cupón anual.
Las entidades empezaron a recibir los fondos públicos en verano de 2010, con lo que el pago efectivo de intereses no llegará hasta dentro de unos meses, apuntan fuentes del Banco de España. Sin embargo, las entidades ya han realizado el apunte contable de los mismos. Catalunya Caixa, por ejemplo, ha devengado intereses por 48 millones de euros, de los 93 millones que pagará a los 12 meses de la recepción de la ayuda.
Un bocado a los márgenes
Merrill estima que el pago al Fondo mermará cada año el margen de intereses de las cajas que han recibido ayudas en un 7%. En relación al beneficio (sin contar provisiones), el bocado será del 5%.
La carga relativa varía mucho por entidades. Bankia (la fusión liderada por Caja Madrid y Bancaja) deberá pagar 349 millones de euros por los 4.465 millones recibidos. Esto supone, en tíérminos anualizados, el 8% de su margen de intereses. En cambio Banco Base (proyecto encabezado por Cajastur y Caixa Penedí¨s) tan solo deberá comprometer el 5% de su margen de intereses.
Los analistas consideran que esta será una carga "asumible" por el sector pero que, unida al difícil entorno de negocio, puede suponer una pesada losa para las cajas.
"Los grupos de cajas más grandes tendrán más facilidades para devolver las ayudas", apunta Nuria ílvarez, analista de banca de Renta 4. "Entidades como Novacaixagalicia o Catalunya Caixa podrían tener más problemas para hacer frente a los pagos".
Las dudas sobre la economía española, el encarecimiento del euríbor y la baja demanda de críédito complican aún más la situación. "La banca española tiene el ratio de eficiencia más bajo de Europa, lo que complica las posibilidades de mejorar su base de costes. Dado que los ingresos seguirán cayendo, el sector se enfrenta a un panorama difícil", explica Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros.