Influyentes miembros de la OPEP, el cártel petrolero, se suman a Arabia Saudí y aumentarán la producción para enfriar las subidas del precio del crudo y disipar los temores a que se produzca una crisis de suministro en Occidente.
El movimiento entre bastidores de Kuwait, Emiratos írabes Unidos y Nigeria refleja el creciente malestar entre los miembros de la OPEP por la amenaza que supone para la recuperación de la economía global la desenfrenada subida del petróleo a consecuencia del recrudecimiento de la crisis de Libia.
El precio del petróleo alcanzó el lunes su nivel más alto desde septiembre de 2008, operando a un máximo intradía de 106,95 dólares el barril, mientras que el Brent, la referencia europea, registró un máximo durante la sesión de 118,50 dólares.
El oro marcó un nuevo ríécord histórico de 1.444 dólares la onza.
Autoridades de la industria señalaron que el aumento de la producción, previsto para principios de abril, compensaría –unido al incremento previo de Arabia Saudí– el díéficit de suministro por el descenso de las exportaciones de crudo libio.
Estas autoridades explicaron que Kuwait, Emiratos írabes Unidos y Nigeria aumentarían su producción en 300.000 barriles diarios en las próximas semanas. Riyadh ha incrementado su producción en cerca de 700.000 barriles diarios. El aumento de la producción es resultado tanto de una decisión política que hace menos necesaria una reunión de emergencia de la OPEP como del hecho de que los yacimientos petroleros vuelvan a producir tras un periodo de mantenimiento.
La Agencia Internacional de la Energía, el organismo de control de los países occidentales, calcula que la producción de petróleo libio ha caído en cerca de un millón de barriles diarios, un descenso del 66% con respecto a los 1,58 millones de barriles antes del comienzo de la crisis hace tres semanas.
En Libia, las tropas leales a Muamar Gadafi se enfrentaron el lunes a las fuerzas rebeldes en las inmediaciones de la refinería de Ras Lanuf y lanzaron varios ataques aíéreos, continuando su contraofensiva para evitar que los rebeldes avancen hacia el oeste. Los operadores expresaron su temor a que la lucha se convirtiese en una guerra civil.
“Los mercados de petróleo ya dan por hecho que se prolongará la suspensión temporal de las exportaciones del crudo en Libiaâ€, según Michael Wittner, responsable del sector de Sociíétíé Gíéníérale.
En la OPEP, que controla el 40% del suministro global de crudo, hay disparidad de opiniones sobre la necesidad de incrementar la producción.
Mientras Arabia Saudí ha respondido con rapidez bombeando más crudo, y algunos miembros han seguido su ejemplo, otros como Irán o Argelia se oponen a un incremento porque no ven una amenaza de escasez en el mercado.
“La OPEP está pensando si es necesario convocar o no una reuniónâ€, declaraba el ministro del petróleo de Qatar Mohammed Saleh al-Sada, en una rueda de prensa en Doha. En los últimos días, el cártel se había planteado convocar una reunión extraordinaria, aunque de momento lo ha descartado.