El Banco de España está promoviendo una fusión a tres bandas para crear el cuarto grupo del sector y solucionar los problemas por los que atraviesa la castellana Duero-España. La opción que está alentando el supervisor es la integración de la entidad con sede el León con Unicaja, operación a la que se sumaría Ibercaja, en detrimento de la alianza con Banco Mare Nostrum.
Tanto la andaluza como la aragonesa, según fuentes conocedoras de las negociaciones, están pujando fuerte por la castellana, hecho que el organismo que gobierna Miguel íngel Ordóñez quiere aprovechar para configurar un grupo que, además de grande, sea solvente. La suma Unicaja e Ibercaja podrían asumir sin ningún tipo de problema el díéficit de capital que acumula Duero-España, entre 500 millones y 700 millones de euros.
Por separado, tanto la malagueña como la zaragozana podrían absorber sin necesidad de ayudas públicas, pero su margen de maniobra quedaría muy mermado.
La suma de las tres conformaría una entidad con un volumen de activos de 125.000 millones, por encima del tamaño que el Banco de España recomienda en esta nueva oleada de integraciones en el sector para poder afrontar los desafíos de la crisis.
Medel y Franco, el obstáculo
Uno de los escollos de la operación a tres bandas sería el reparto de poder. Tanto el presidente de Unicaja, Braulio Medel, como el de Ibercaja, Amado Franco, quieren pilotar el proyecto, que se llevaría a cabo a travíés de un SIP, con la creación de un banco.
Si bien, uno y otro están ahora más dispuesto a ceder que hace tres meses, cuando el supervisor intentó una fusión entre las dos, y entre las soluciones que se manejan están las copresidencia ejecutiva y el mandato por periodos de tiempo similares para cada uno.
Tanto Unicaja como Ibercaja no tienen urgencias -son dos de las cajas con más nivel de solvencia, 13,1 y 9,4%, respectivamente-, pero con la reordenación del sector se han quedado demasiado pequeñas. La primera suma 33.000 millones en activos y la segunda, 46.000 millones.
La Junta de Castilla y León apuesta por esta operación e, incluso, por la alianza de España-Duero con Unicaja frente a la opción de Mare Nostrum, aunque la decisión final dependerá de las negociaciones que el presidente y el director general de la entidad castellana, Evaristo del Canto y Lucas Hernández, mantienen con los responsables de sus dos principales pretendientas.
Precisamente ayer, Del Canto y Hernández se reunieron con los directivos del Banco de España para conocer con exactitud las necesidades de capital que les exige el nuevo decreto del Gobierno y para conocer la opinión del supervisor sobre las dos principales posibilidades que tiene en marcha la caja castellana para recapitalizarse: un unión con Unicaja, en la que podría incluirse Ibercaja, o incorporarse al SIP que lidera Caja de Murcia.
Ventaja de la malagueña
Fuentes del Ejecutivo regional reconocen que ven mayores ventajas en una alianza con la caja que preside Braulio Medel, que reactivó su interíés por la entidad castellana despuíés de que el alcalde de León y consejero de la Caja, Francisco Fernández, diese casi por cerrado un acuerdo con Mare Nostrum. En este sentido, las fuentes consultadas indicaron que estas últimas negociaciones "fueron una sorpresa" para el supervisor, que ya conocía los contactos con Unicaja.
La nueva vía cogió fuerza por la "tranquilidad" con la que Braulio Medel afrontaba las negociaciones. "A ellos no les corría prisa llegar a un acuerdo", señalaron en estas fuentes, pese a que ya estaban fijados los plazos dados por el Gobierno para que las cajas con más problemas presentasen planes para evitar ser nacionalizados. De hecho, tras publicarse el noviazgo de Duero-España la Junta se apresuró en lanzar el mensaje a la caja andaluza de que nada estaba cerrado y que la castellana negociaba "en varios frentes".
La buena gestión de la caja andaluza y sus altos niveles de solvencia aparecen como los principales míéritos para que el Gobierno castellano y leoníés se decante por esta opción, aunque las fuentes consultadas insistieron en dejar claro que la decisión definitiva se tomará por "criterios tíécnicos".
En este sentido, insistieron en que el nuevo escenario financiero exige la máxima profesionalización en la gestión, camino en el que la caja castellana está dando pasos agigantados tras la fusión de las dos entidades y la toma de control por parte de Del Canto y Hernández.
Otra de las razones es que una alianza con Unicaja concuerda plenamente con el modelo de SIP que la Junta de Castilla y León ideó hace dos años para las seis cajas castellanas, iniciativa que finalmente se frustró por la negativa de varias de ellas.