DHO tiene una semana para evitar la suspensión de pagos
Publicado en Expansión por C. MORíN
La empresa, dividida en dos desde finales de marzo, depende de la entrada de un socio inversor en el capital de Dico para evitar que los bancos ejecuten la deuda.
La constructora Dico Harinsa Obrum (DHO) se fundó el año pasado con el objetivo de convertirse en la díécima compañía del sector por volumen de facturación y, a medio plazo, dar el salto a la bolsa. La empresa, fruto de la suma de varias sociedades y del capital de Caja Castilla-La Mancha (controla cerca del 10%), creó un fuerte departamento de construcción y financiero formado por profesionales de la competencia fichados, entre otros, de Acciona o Dragados, con grandes aspiraciones en el mercado de la obra pública gracias a la experiencia de Obrum y de Aricam (Harinsa Ambiental).
Pero la crisis inmobiliaria ha segado el proyecto empresarial hasta situarlo en una situación delicada. Según fuentes del consejo de administración de la compañía, su salvación depende de que, en el plazo de una semana, el grupo Dico encuentre un socio inversor que le aporte capital por valor, según sus estimaciones, de unos 60 millones de euros.
Con este aval, los bancos acreedores de DHO (la deuda está concentrada en siete entidades financieras) podrían estar dispuestos a dar el visto bueno a la escisión de la constructora, llevada a cabo el pasado 28 de marzo ante notario.
Escisión
Ese día, los socios de DHO se pusieron de acuerdo para dividir el grupo en dos. Una parte, con una deuda de 100 millones de euros, se la quedó un grupo formado por la constructora Obrum, el grupo navarro Aricam y la caja manchega. Entre los activos seleccionados, destacan todas las filiales especializadas en obra civil y edificación no residencial (Grabitum, Obrum, Harinsa Navasfalt y San Antón).
El resto de la compañía pasaría al control de Dico Obras y Construcciones, la compañía presidida por Francisco Colado, con una deuda estimada de unos 200 millones de euros.
Este reparto está sujeto a tres cláusulas suspensivas: la entrega de un pagaríé por valor de unos 10 millones de euros, que los siete bancos acreedores autoricen la subrogación de la deuda y que Dico consiga la entrada de un nuevo socio a travíés de una ampliación de capital. Hasta la semana pasada, no se cumplía ninguna de las tres condiciones. Sobre la entrada del socio, a la mayoría de accionistas de DHO sólo les consta que podría ser un fondo de inversión de procedencia americana.
Según los accionistas de DHO, el germen de esta crisis ha sido el parón inmobiliario, acentuada por una mala gestión y un rumbo desafortunado del grupo que provocó, el pasado 1 de abril, el relevo del presidente, Francisco Colado, por una persona de la confianza de Obrum, David Marjaliza.
Problemas
Uno de los principales problemas de DHO es que la mayoría de los trabajos han sido encargados por sus propios accionistas (cerca del 70% de su cartera), con intereses en la promoción inmobiliaria, que atraviesa por una situación delicada debido a la caída de la oferta. La constructora contabiliza impagos multimillonarios que la han colocado en una situación insostenible. Se trata de un caso parecido al de la constructora Seop, en concurso de acreedores por culpa de los problemas inmobiliarios de su matriz, Silver Eagle (ambas son miembros de la patronal Seopan).
í‰sta es una de las razones que ha provocado la escisión. La parte especializada en obra civil ha contratado los servicios de la firma Forest Partners, especializada en crisis y reestructuraciones empresariales, a Deloitte, al despacho Cuatrecasas y al banco de inversión N+1 para, entre otras cosas, detallar el estado de la compañía y diseñar un plan de negocio que convenza a la banca acreedora sobre la viabilidad de la nueva compañía, ya que dispone de cartera y de experiencia acreditada en el mercado de obra pública, con una facturación en 2007 de unos 300 millones de euros. El plan de viabilidad es urgente, ya que alguna de las entidades financieras tiene previsto reunir a su comitíé de riesgo en breve.
En 2007, cuando se integró Obrum, se valoró el 21% de la sociedad en unos 112 millones de euros, por lo que el 100% de DHO valía en esas fechas unos 500 millones de euros. El deterioro de la actividad y de la empresa desde ese momento han devaluado su valor. En 2007, la constructora DHO facturó, según sus accionistas, unos 720 millones.
Caja Castilla-La Mancha es uno de los accionistas peor parados. La entidad financiera manchega entró en el capital de DHO con el convencimiento de que se trataba de un proyecto atractivo. Entre otras fortalezas, la compañía se perfilaba como uno de los principales beneficiarios del macrocomplejo de ocio y residencial Reino de Don Quijote, en Ciudad Real. Según fuentes del grupo, la caja de ahorros aportó, nada más integrarse en el capital, unos 20 millones de euros.
Demasiados riesgos
· DHO realizó un agresivo plan de crecimiento con el fichaje de ejecutivos de la competencia de los que, la mayoría de ellos ya no está en nómina.
· El grupo ha sufrido el parón del mercado inmobiliario, porque la mayoría de los trabajos son encargos de sus propios accionistas, entre los que sobresalen los socios promotores.
· El principal inconveniente para completar la escisión empresarial es el visto bueno de los bancos, que no ven clara la viabilidad del proyecto.
· Obrum, Aricam, y Caja Castilla la Mancha han elaborado un plan de viabilidad de la mano de firmas de auditoría, abogados y banca de inversión para convencer a los acreedores.