Por todos es conocido que Carl Icahn, toda una vieja gloria dentro del sector financiero de Estados Unidos, tiene buen olfato a la hora de encontrar inversiones rentables. Su afán por controlar todos y cada uno de los consejos de administración de las compañías donde posee una inversión significativa le han convertido en un molesto accionista. Por esta misma razón, y lejos de su carácter rudo en busca de pelea, ha sorprendido la carta que Icahn ha repartido entre los inversores del fondo Icahn Enterprises.
En la misiva, presentada ante la Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglíés), Icahn afirma que "no quiere ser responsable"de perder el dinero de sus socios externos en el caso de una nueva y "posible crisis en los mercados financieros". Desde su punto de vista, la probabilidad es evidente especialmente si se tiene en cuenta "el rápido crecimiento del mercado en los últimos dos años" y "la preocupante sostenibilidad económica, tras las últimas tensiones en Oriente Medio".
De todas formas, Icahn mostró cierta cautela al afirmar que "una dislocación de los mercados es una posibilidad que no puede pasarse por alto" aunque, a corto plazo, no pronostica problemas serios.
Así, el hedge fund liderado por Icahn, con un valor aproximado de 7.000 millones de dólares, ha decidido devolver parte del dinero invertido a sus clientes externos, un total de 1.800 millones de dólares a partir del próximo mes de abril. Es decir, Icahn dimite como gestor de fondos para inversores externos ya que las píérdidas de otros le duelen más que las suyas propias.
Preocupación por las píérdidas
"Aunque puede sonar cursi para alguno, las píérdidas que sufrieron los inversores en nuestros fondos en el 2008 me preocuparon, en muchos aspectos, más que mis propias píérdidas", escribió Icahn, de 75 años, en el documento de seis párrafos enviada a sus inversores.
Desde que fundó Icahn Enterprises en 2004, el fondo ha generado un margen de beneficio bruto del 106,9%, por lo que Icahn reconocía en su carta que la aventura "termina en su momento álgido".