Eike Batista, considerado por la revista Forbes como el segundo hombre más rico de Amíérica Latina, es un emprendedor nato que creó un conglomerado empresarial con su nombre a partir de la minería y sueña con hacer de Brasil la quinta potencia mundial.
A sus 55 años, Batista ha amasado una fortuna de 31.000 millones de dólares y ocupa el puesto octavo entre los millonarios del mundo, según Forbes. En 2010 su fortuna se calculaba en 27.000 millones de dólares.
Nacido en noviembre de 1956 en Governador Valadares (Minas Gerais), Batista, de padre brasileño y madre alemana, tuvo una educación refinada en Brasil, Suiza, Bíélgica y Alemania debido a los compromisos profesionales de su padre, Eliezer Batista, que fue ministro de Minas y Energía y presidente de la minera Vale cuando todavía era estatal.
Eike Batista, que habla portuguíés, alemán, inglíés, francíés y español, estudió ingeniería metalúrgica en la Universidad de Aachen (Alemania) y desde entonces mostró que lo suyo eran los negocios al conciliar la carrera universitaria con la venta de seguros puerta a puerta para mantener su independencia financiera, según consta en su biografía.
“Somos movidos por el deseo de emprender. Está en nuestro ADN identificar oportunidades únicas de negocios y desarrollarlas partiendo de ceroâ€, señala Batista en un mensaje de presentación del Grupo EBX, su conglomerado empresarial.
Las dos primeras letras del conglomerado son sus iniciales y la X, presente en el nombre de todas sus empresas, se debe a que, por ser el signo de la multiplicación, Batista considera que hace prosperar los negocios.
Del Grupo EBX forman parte las empresas MMX (minería), OGX (petróleo y gas), LLX (infraestructura y logística), MPX (generación de energía), OSX (construcción naval), REX (inmobiliaria) y MDX (salud).
EBX incluye además empresas de los ramos de la hostelería, restauración, entretenimiento y belleza.
A finales de la díécada del 80, cuando el mundo empezaba a hablar de globalización económica, su visión para los negocios lo llevó a extender sus actividades a países como Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Canadá, Congo, República Checa, Rusia y Australia.
Batista es un empresario osado, que no le teme al riesgo, una actitud distinta de la que habitualmente siguen los hombres de negocios en Brasil donde, en su opinión, al sector privado le cuesta soltarse de los brazos del Estado.
Por eso, la fórmula del íéxito para este hombre está en la denominada “Visión 360 grados†que ha implantado en su grupo.
Según Batista, los empresarios generalmente tienen en cuenta sólo los factores financiero y legal, mientras que la “Visión 360 grados" es un esquema formado por “ocho áreas o tipos de ingenieríaâ€, como prefieren llamarlo en su grupo.
Esas ocho áreas son la “ingeniería de personas, financiera, jurídica, política, logística, ambiental y social, de marketing, además de la propia ingeniería de la ingeniería".
Con esa filosofía, el hombre más rico del país no sólo aspira a hacer crecer fortuna y su conglomerado, que emplea a 20,000 personas, sino a ayudar a Brasil a ser un país desarrollado.
“Brasil avanza en el escenario global y, dentro cinco años, será la quinta economía mundialâ€, dijo en una conferencia que dio en enero pasado en Río de Janeiro para 60 alumnos de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.).
Batista, que estuvo casado con la modelo Luma de Oliveira, con quien tuvo dos hijos, Thor y Olin, es un aficionado a la natación, a las lanchas de alta velocidad y al Twitter, red en la que hasta diciembre pasado tenía 250,000 seguidores.
Su otra pasión es Río de Janeiro, ciudad en la que tiene sede su grupo y a la que hizo millonarias donaciones para la candidatura a los Juegos Olímpicos de 2016, al tiempo que invierte en la revitalización de algunas zonas de la urbe, como la Marina da Gloria y la laguna Rodrigo de Freitas