Un Ford Grand C-MAX 1.6 TDCi, 200 kilómetros de recorrido y velocidades de 110 y 120 km/h. ¿Realmente es significativo el ahorro? La prueba realizada ha dejado claro que no. Los expertos tambiíén dudan de la medida aprobada por el Gobierno y su eficacia energíética.
Desde que Alfredo Píérez Rubalcaba anunció la reducción de la velocidad máxima en autopistas y autovías de 120 km/h a 110, numerosos medios de comunicación han realizado todo tipo de pruebas para saber cuánto se reduce en realidad el consumo. Sin embargo, y pese a que sus resultados nos pueden servir para hacernos una idea aproximada del resultado, contaban con demasiadas variables "incontroladas" que podrían hacernos dudar del resultado.
Ensayos caseros pero válidos
Por ejemplo, Jorge Casanova, un compañero de La Voz de Galicia ha realizado un trayecto La Coruña-Madrid a 110 km/h y ha regresado al punto de inicio a 120 km/h. Lo ha realizado con un Citroí«n C5 HDI de 110 CV, pero la diferencia de altura entre uno y otro sitio, entre otros motivos -por ejemplo, no es lo mismo subir 20 km con un desnivel del 5% y luego bajar durante 40 km por otro desnivel del 1% que hacerlo al revíés- provoca que siempre se consuma más en un sentido que en el otro.
Nuestra prueba
Dada la gran cantidad de e-mails que nos han llegado a la redacción hablando de este asunto, en Autofácil hemos decidido realizar la prueba pero de un modo más igualitario y con un coche de tamaño y motor medio. Si mezclamos un urbano, con un compacto, un todo camino o una berlina, quizá lo más parecido sea un monovolumen; y un motor diesel de 110 CV es una opción perfectamente válida para un modelo así. Estaba claro: había que hacerlo con un Ford Grand C-MAX 1.6 TDCi.
Lo siguiente era elegir el tipo de prueba. Necesitábamos unos 100 km de recorrido que se pudieran recorrer sin detenernos y manteniendo, con el control de velocidad, una velocidad de 110 km/h primero y, despuíés, una de 120 km/h cuando repitiíésemos el recorrido. La vía elegida fue la R4 de Madrid. Entre la ida, la vuelta y el recorrido para dar la vuelta, nos salían 104 km. Y, dado que el coche iba a ser el mismo y las dos pruebas se iban a realizar de forma consecutiva, decidimos que comprobaríamos el resultado con la media obtenida por el ordenador de a bordo -al fin y al cabo, y al tratarse del mismo coche, el margen de error del ordenador de a bordo iba a ser el mismo-.
Comenzamos la prueba. La primera fase consiste en recorrer los 104 km de ida y vuelta a 110 km/h. Al detenernos en el peaje de llegada, el ordenador de a bordo marca 5,8 l/100 km. Damos la vuelta y repetimos el mismo recorrido, con el mismo coche, pero a 120 km/h. Al finalizar la prueba, el ordenador de a bordo indica 6,0 l/100 km. El ahorro que supone circular a 110 km/h, en este caso, es de un 3,4%, muy lejos del 11% que el gobierno afirmaba que se conseguiría con un diesel -y un 15% con un gasolina-.
Es decir, cada 100 km, el ahorro es de 0,2 l/100 km. Esta mañana hemos repostado a 1,282 euros/litro, de manera que el ahorro cada 100 km ha sido de 0,25 euros por cada 100 kilómetros recorridos.
¿Quíé opinan los expertos?
Con nuestros resultados en la mano, nos ponemos en contacto con Jesús Casanova, catedrático de la Escuela Politíécnica de Ingenieros Industriales de Madrid. Desde el pasado viernes, Jesús ha realizado sus propios cálculos teóricos de lo que se podría ahorrar circulando a 110 km/h en vez de a 120 y, para corroborarlo ha hecho sus propias pruebas con su coche.
"El resultado es similar al que habíéis obtenido y será similar en todos los casos. Sin embargo, eso no es lo más llamativo. Si tenemos en cuenta que, en cualquier trayecto, no vas siempre a 110 km/h -hay zonas limitadas a 90, puedes entrar en un recorrido urbano-, el ahorro de carburante no llegará en ningún caso, ni siquiera, al 1%", explica.
¿Cómo es posible, entonces, que el gobierno se haya equivocado en tanto porcentaje? Casanova lo tiene claro: "Hombre, estos días he hablado con unos cuantos expertos en la materia, autíénticas eminencias, y el Gobierno no le ha preguntado a ninguno de ellos". Y no sólo eso: Jesús Casanova está seguro de que otras medidas serían mucho más efectivas y, desde luego, mucho menos políémicas: "Bastaría con pedirle a los conductores que subieran las presiones de sus neumáticos en 0,2 bares para obtener un mayor ahorro de carburante".
Información facilitada por Autofácil.es