La avalancha anunciada de salidas a bolsa de cajas de ahorros empieza a frenarse con el baño de realidad que suponen las bajísimas valoraciones a las que están dispuestos a comprar los grandes inversores institucionales. Así, el banco de CAM y Cajastur (Banco Base) ha sido el primero en bajarse del tren: prefiere la entrada "temporal" del FROB a "malvender el banco deprisa y corriendo", según fuentes de la entidad.
"Lo que no queremos es precipitarnos y salir a bolsa en un momento en que los precios están claramente por debajo del valor de la entidad. Es mejor esperar y, mientras tanto, explorar otras fórmulas, incluido el FROB", señalan las citadas fuentes. Un portavoz oficial de Banco Base señaló que no hay ninguna decisión tomada y que están abiertos a todas las opciones para recapitalizarse.
La entidad que dirige Manuel Meníéndez ya consideraba insuficientes los 4.500 millones a que la valoró inicialmente Goldman Sachs para salir a bolsa, cantidad que equivalía a 0,8 veces su valor en libros, como adelantó El Confidencial. Pero ahora las cosas son mucho peores, ya que los inversores internacionales -que entienden que las cajas españolas están desesperadas y quieren aprovecharse de ello- ofrecen precios de hasta 0,3 veces el valor en libros.
"Con esos precios, lo único que haríamos es malvender el banco, y eso es algo a lo que no estamos dispuestos. Nuestra vocación sigue siendo salir a bolsa, pero lo haremos cuando se puedan obtener un valor adecuado", añaden las fuentes citadas.
Banco Base, el segundo banco de cajas por tamaño por detrás de Caja Madrid-Bancaja, tiene un capital principal de 8,2%, es decir, no tendría que captar recursos adicionales en una salida a bolsa para alcanzar el 8% exigido a las entidades cotizadas; únicamente debería vender a terceros el 20% de su capital actual. Pero si no sale al mercado, necesitará 1.447 millones para cumplir el 10% que se requiere a las no cotizadas.
Y la cuestión es cómo alcanzarlo. Entre las opciones a las que puede acogerse el banco están la venta de su cartera industrial, de parte de su red de oficinas o la venta de convertibles, opción por la que han optado ya Banco Pastor y Bankinter. í‰sta podría ser la mejor solución si puede colocar la emisión en las redes de las cajas que integran el banco (CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura), pero lo más probable es que la CNMV le exigiera un tramo institucional. Y ahí volverían los problemas de valoración.
Si nada de esto es posible, la entidad está dispuesta a asumir la entrada del FROB como mal menor, pero con carácter "temporal". Eso significa que se acogería a la posibilidad que abre el Real Decreto-Ley (artículo 9 punto
de que las entidades que sean nacionalizadas recompren la participación del FROB en un plazo máximo de dos años. Banco Base entiende que, en ese plazo (que empezaría a contar el 30 de septiembre), será capaz de salir a bolsa y devolver el capital público que reciba.
Una OPV... o ninguna
CAM-Cajastur es la primera entidad que abre los ojos a una realidad que va a hacer muy difícil que los grupos de cajas (los SIP, como se llamaron originalmente) salgan a bolsa. Que es la opción que todos aseguran haber elegido para alcanzar los requisitos del Gobierno: Bankia (Caja Madrid-Bancaja), Banca Cívica y Mare Nostrum, aparte de Base. pero no sólo ellos, sino tambiíén hay fusiones puras -que se encuentran a años luz de los requisitos del Decreto- que han insinuado esta opción, como CatalunyaCaixa, Unnim o hasta NovaCaixaGalicia.
"Es impensable que toda esta gente vaya a salir a bolsa, simplemente no hay mercado. Podemos tener una OPV, o a lo sumo dos si la bolsa se mete en un rally. Pero nada más. Si alguien más quiere salir, tendrá que vender el banco entero para captar el capital necesario, y los políticos no están dispuestos a ceder el control", opina un experto de un banco de inversión.
Esa única OPV sería la de Bankia, por su tamaño, el fuerte saneamiento acometido y la proyección internacional de su presidente, Rodrigo Rato. La duda es si eso bastará para colocarla a 0,5 veces su valor en libro o si tendrá que bajar a 0,3 como los demás. Si es así y no consigue salir a bolsa, sus necesidades para llegar al 10% de capital serían de 5.775 millones, lo que haría inevitable su nacionalización.