Los bonos japoneses se han resentido como consecuencia de la tragedia nuclear que vive Japón tras el terremoto de la semana pasada, ya que el mercado está descontando que el Gobierno nipón tenga que acudir al mercado en busca de financiación para hacer frente a los daños que ocasionará este desastre y tras las multimillonarias inyecciones que el Banco de Japón ha anunciado en las últimas horas.
El emisor japoníés acudirá mañana al mercado con una subasta de bonos a 20 años de 1,1 billones de yenes y los temores de los inversores han hecho que la rentabilidad de este tipo de títulos en el mercado se haya elevado 3,5 puntos básicos hasta el 2,07% esta mañana. Por otra parte, los bonos a 10 años japoneses han incrementado su rendimiento hasta el 1,2%. Y los seguros de riesgo contra el impago de la deuda (CDS, siglas en inglíés) ha subido hasta 77,43 puntos.
El problema, según apuntan algunos analistas, es que ahora mismo resulta muy complicado predecir cuál será la postura de los inversores debido a la falta de pistas sobre cómo evolucionará la situación en el país y los expertos son pesimistas sobre el resultado de la subasta que realizará Tokio mañana.